Fallece Luis Corbato, cofundador de Ingemas y uno de los agentes de su integración en TSK

El que fuera el cofundador y director técnico hasta su jubilación de Ingemas falleció el viernes a los 74 años tras una larga enfermedad

Domingo, 24 de marzo 2024, 10:51

La industria asturiana pierde a uno de sus grandes valedores. Luis Carlos Corbato Palacios falleció este viernes, en Gijón, a los 74 años de edad tras una larga enfermedad. Corbato fue el cofundador y director técnico de Ingemas hasta su jubilación y uno de los agentes de su integración en TSK.

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En 2007, la ingeniería gijonesa TSK integró Ingemas como filial, periodo en que Corbato Palacios continuó en la sociedad hasta su jubilación. Ya en 2019 cesó como apoderado de la antigua Ingemas.

El funeral se celebrará este domingo a la una de la tarde en el tanatorio de Cabueñes.

«Era un ejemplo para todos por su nobleza, su dedicación, su mesura y su sentido común»

Adiós a un hombre que siempre sumaba

Si ya es difícil escribir unas líneas que resuman la grandeza de un buen compañero como Luis Corbato, lo es mucho más si dichas líneas se escriben desde el dolor de sentir su pérdida, y con el corazón encogido.

Personalmente Luis era una gran persona, compañero de muchas fatigas, un buen esposo, un padre entregado y un abuelo orgulloso, y además profesionalmente, un grandísimo técnico, era de los que siempre sumaban, y siempre aportando grandes valores y conocimiento.

Era un ejemplo para todo aquel que tuvo el privilegio de conocerle, por su nobleza, su dedicación, su mesura, y su sentido común. De enorme prudencia y saber estar siempre, todo ello acompañado además de una muy buena educación.

Intentar resumir su trayectoria profesional sería una pretensión baldía. Fue uno de los fundadores de Ingemas, S.A. y participo en la integración de Ingemas dentro del Grupo TSK. De hecho, fue el director técnico de Ingemas durante más de tres largas décadas, hasta su jubilación.

Luis era un buen aficionado a la pesca, tanto pesca submarina como desde su embarcación, que siempre la tenía resplandeciente en el Muelle. Junto con su hijo Alejandro, salía a menudo a la mar en busca de una buena jornada de pesca.

Desde estas líneas quiero compartir el dolor con Rosi, su esposa; sus hijos, Daniel, Alejandro e Irene, y sus hijos políticos, Noé y Richard.

Compañero, te deseo buen viaje y que, allá donde vayas, encuentres a los amigos que emprendieron el viaje antes que tú hacia ese mundo nuevo por descubrir. Hasta siempre, querido Luis.

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