Luto en la Policía Local de Gijón por la repentina muerte de dos de sus agentes en 24 horas

Conmoción en la Jefatura de la Policía Local de Gijón tras la repentina muerte de los policías locales Gilberto González Roza y Juan José Santos Alario. González Roza, en el cuerpo desde 1990, falleció ayer por la mañana en Oviedo a la edad de 58 años tras no superar una larga enfermedad que hace unos meses le había alejado de su puesto laboral. Formaba parte del equipo de escoltas de Carmen Moriyón, a quien también sirvió de 2013 a 2019. Ayer sus compañeros le definían como un «leal trabajador y gran compañero».

Hace tres años, Gilberto González salvó la vida a un hombre que sufrió un infarto en plena calle. Su rápida intervención evitó el peor de los resultados. Varios testigos de los hechos alertaron de la situación a las fuerzas de seguridad y a los servicios de emergencia, máxime cuando el hombre no respondía a estímulos y se temía por su vida.

Hasta el lugar se desplazaron en primera instancia agentes de la Policía Local y Nacional, que se encontraron con el hombre desplomado en la vía y en una situación crítica. Fue entonces cuando González comenzó in situ a realizarle tareas de reanimación hasta la llegada de los servicios sanitarios. El agente comprobó, al revisar su cartera, que la víctima tomaba medicación por problemas de corazón. Le salvó la vida. Gilberto deja mujer y tres hijos.

El domingo, y también de forma repentina, falleció Juan José Santos Alario a los 59 años edad. Era subinspector de la Policía Local desde el año 2009 tras superar los periodos de oposición y prácticas. Fue también secretario general de la Confederación de Seguridad Local y Autonómica (CSLA). «En su etapa se llevó a cabo la primera manifestación masiva de Policías Locales de toda España en Madrid. Gracias a tu lucha hoy podemos disfrutar del derecho de la jubilación anticipada. Gracias por todo», reza un comunicado de la CSLA publicado en redes sociales.

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