Hace cuarenta y seis años y un mes, el 6 de abril de 1978, Eloína Suárez Suárez hizo historia en Oviedo al convertirse en la primera mujer (y única hasta la fecha) en ocupar la Alcaldía de la ciudad. La Transición tuvo ese tipo de ... cosas. Debido a una carambola, y de forma temporal, aceptó el cometido al encontrarse enfermo el regidor titular, Félix Serrano González-Solares, y tras la renuncia de Higinio Rodríguez, entonces primer teniente de alcalde. Ofreció un sí convencido desde su segunda tenencia de Alcaldía motivada por su espíritu de servicio, pero asegurando que no deseaba permanecer mucho tiempo en el puesto. Así fue. Capitaneó el Consistorio hasta que el testigo lo cogió, ya tras un proceso electoral, Luis Riera Posada en abril del 79. Eloína Suárez falleció este jueves en Oviedo a los 101 años. La capilla ardiente está instalada en el tanatorio de los Arenales. Su funeral se celebrará este sábado, 4 de mayo, a la una de la tarde en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen.
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Una mujer muy luchadora y activa que nació en el antiguo sanatorio Getino, entre la calle Toreno y Asturias. Se casó joven y enviudó con 36 años del profesor de Filosofía y Derecho Natural Alfonso Fuertes, con quien tuvo seis hijos que ella sola sacó adelante, uno de ellos ya fallecido. También deja diez nietos y diecisiete bisnietos.
No se dedicó únicamente a la política, a la que accedió en el 71 como concejala, la única mujer en el Ayuntamiento. Entre otras cosas, fue presidenta de la Asociación de Viudas y colaboraba con la Cocina Económica. Los que la conocieron la recordaron como un ejemplo de trabajo y constancia. También como una pionera.
El primero, el alcalde, Alfredo Canteli. «Eloína Suárez forma parte de la historia de Oviedo y quiero trasladar mi más sentido pésame a toda su familia; especialmente a Alicia (Fuertes Suárez, su hija), que es compañera en el Ayuntamiento de Oviedo».
También antiguos regidores como Antonio Masip, quien glosó su figura como la de «una alcaldesa discreta, correcta y buena personalmente» que, «aunque no hizo grandes cosas» en el corto espacio de tiempo que le tocó regir la ciudad, «tampoco puso demasiados obstáculos».
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Más bien todo lo contrario, agregó el que fuera primer edil entre 2015 y 2019 y portavoz del PSOE en la Corporación en el tiempo en que Eloína ostentaba el bastón de mando, Wenceslao López. «Me reuní con ella en 1978 y a pesar de que venía del franquismo, tuvo una disposición muy abierta desde el principio para informarnos sobre los asuntos de Oviedo; tuvimos suerte de encontrarnos con ella, tenía un criterio muy abierto de lo que era el Ayuntamiento».
Una mujer, en definitiva, «trabajadora y valiente, con vocación de servicio desinteresado a sus convecinos» y alcaldesa a la sazón «en unos tiempos en los que la presencia de la mujer en la vida política estaba lejos de ser habitual», destacó el actual portavoz del PSOE, Carlos Fernández Llaneza, quien mandó su pésame a la familia.
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No se recuerdan de su corto periodo al mando grandes polémicas más allá de que coincidió con el derribo del palacio de Concha Heres de la calle Conde Toreno, lo que generó un gran rechazo vecinal. Sí alguna anécdota como la que se vivió en el Ayuntamiento en el 79 durante el traspasó del bastón de mando a Luis Riera. Este, para escenificar su rechazo a la etapa anterior, se negó a recibirlo de manos de Eloína Suárez.
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