Fallece el arquitecto Francisco Pol, impulsor del cambio urbanístico en el barrio gijonés de Cimavilla

El arquitecto ovetense Francisco Pol, impulsor de los PERIs de Oviedo, Gijón, Valladolid y Huesca, entre otros trabajos, ha fallecido esta semana a los 75 años. En su amplio historial laboral se encuentra el diseño del Palacio de Justicia de Oviedo y en el caso del urbanismo gijonés dejó huella, pues los PERIs de Cimadevilla y el Cerro de 1985 y el plan de la Muralla Romana de 2009, llevan su firma.

Su trabajo le hico merecedor del Premio Nacional, Premio ANCSA (Asociación de Centros Históricos de Italia). Premio Comité Medio Ambiente OCDE y muchos otros reconocimientos. Desde el Colegio Oficial de de Arquitectos de Madrid, su decano, José María Ezquiaga, le recuerda como «un admirado profesional, profesor, colegial y gran amigo». Su pérdida ha supuesto un duro golpe para sus compañeros de profesión. «El sentimiento de orfandad es tan grande que resulta muy difícil ordenar los recuerdos», reza en un comunicado oficial.

En su larga y prolífera trayectoria su trabajo destacó por su protección de los centros históricos de diferentes ciudades españolas, «contribuyendo a través de la arquitectura y el diseño contemporáneo a su valorización».

En su última entrevista con EL COMERCIO en 2020, Francisco Pol repasó su implicación en el desarrollo del urbanismo de Gijón. Treinta años después de su trabajo en Cimavilla, el arquitecto explicaba que el barrio «requiere otro lavado de cara, necesita actualizarse. Han quedado cosas pendientes, problemas enquistados...» y si hay una cosa que tenía clara es que «el urbanismo nunca debe pararse». Desaforunadamente, su trabajo, ese que tanto amaba, se detuvo, pero sus ideas y su impronta quedan para siempre.

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