Fallece a los 64 años el arquitecto Antonio Carroquino

La arquitectura gijonesa ha perdido a los 64 años a Antonio Carroquino Izaguirre, un gran profesional que ha sido uno de sus referentes en las últimas décadas con el diseño de varios edificios emblemáticos que ahora deja como legado. No pudo superar la recaída de una afección en el páncreas de la que parecía haberse recuperado bien y que le había obligado a extremar los cuidados de su salud en la última etapa de su vida. Nació en Navarra pero se trasladó de niño a Gijón por la profesión de su padre, funcionario del Ministerio de Justicia que ejerció durante años como secretario judicial en diversos destinos de la región, entre ellos varias secciones de la Audiencia Provincial de Oviedo.

Carroquino se tituló arquitecto en 1986 por la Escuela de Sevilla en la especialidad de edificación. Colaboró profesionalmente con su compañero Diego Olaya. Completó además las obras que a su fallecimiento dejó sin terminar el arquitecto gijonés Juan Bautista Martínez Gemar.

Desde 2002 estaba al frente del estudio Carroquino y Asociados en la calle María Bandujo, en Cimavilla. Durante más de 30 años realizó numerosos proyectos de arquitectura para diversas empresas promotoras privadas, así como trabajos de planeamiento urbano tales como planes parciales, planes especiales, estudios de detalle y proyectos de urbanmización. Sus compañeros de profesión destacan su rigor, amplia experiencia y mucho oficio. Entre Bernini y Borromini, los dos grandes artistas del Barroco italiano, él se identificaba como borrominesco.

Obras suyas en Gijón son, entre otras, la Casa Álvarez Mendoza en Marqués de Casa Valdés, que recibió la Plomada de Plata en 2021, la torre Puerta del Sol en la avenida Constitución junto a Foro, y el edificio Poniente en la avenida José Manuel Palacio. Ha participado asimismo en el diseño de la nuevos edificios que se están construyendo junto al Rick's y también lleva su sello el nuevo bloque levantado en el antiguo solar de las monjas, donde estuvo el Centro Sagrado Corazón de El Natahoyo. Su último trabajo sobre plano fue el proyecto residencial para Avintia, en el solar de Peritos, consistente en 250 viviendas que se destinarán al alquiler para jóvenes.

Mantuvo desde su época de estudiante universitario una fuerte vinculación con Sevilla y era una apasionado de su Semana Santa a la que acudía puntualmente cada año como miembro de la Hermandad del Silencio. Era muy amigo también del periodista Carlos Herrera con quien compartía aficiones gastronómicas y taurinas. Otra de sus ocupaciones al margen de la arquitectura era el belenismo y en su casa tenía uno de los nacimientos particulares más espectaculares de Gijón.

El funeral de cuerpo presente tendrá lugar mañana martes a las 13 horas en la iglesia parroquial de San Julián de Somió.

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