Las madres de la selección confían en el equipo

Eva, Marta y Fortuna, madres de David Silva, Juan Mata y Javi Martínez respectivamente, protagonizaron un acto organizado por Carbonell denominado La cocina de mamá en la que desgranaron los hábitos alimenticios de sus hijos y desvelaron algunos de sus aspectos más desconocidos. También describieron el estado de ánimo con el que afrontarán el vital encuentro ante Chile.

«Están muy bien de ánimos, con muchas ganas de ganar. Seguro que lo consiguen», dijo Eva. Marta, por su parte, defendió que «nadie les ha regalado nada» y que «ya se empezó perdiendo en Sudáfrica», mientras que Fortuna se limitó a mandarles apoyo para que sean conscientes de que están con ellos. Las tres madres, optimistas, han dicho que ya tienen la maleta preparada para asistir «a los cuartos de final, a las semifinales, e incluso a la final». Las tres hablan del favoritismo de España, pero sin olvidarse de Alemania, Holanda o Brasil, a la que «más le valdría ganar».

Las críticas no se han hecho esperar tras la abultada derrota ante Holanda y la mamá de Silva se ha mostrado como la más afectada por ellas: «Se llevó a la cama la jugada que pudo haber significado el segundo gol, se quedó hecho polvo. Si la gente supiera lo que se les pasa por la cabeza, no les criticarían tanto». A la de Javi le resbalan las críticas porque las asume, mientras que la de Mata ha afirmado que su hijo solo quiere que llegue el partido ante Chile para olvidar el choque contra Holanda.

Casualmente, Silva, Mata y Javi Martínez juegan fuera de nuestras fronteras, aunque sus madres no le dan excesiva importancia. «El verdadero paso delante de Silva ocurrió cuando se marchó al Eibar con 14 años. Un chico canario, tan apegado a su familia, solo en un ambiente tan diferente. En Manchester lleva ya varios años y lo quieren mucho», dijo Eva. Marta, por su parte, afirma que lo duro para Mata fueron sus últimos años en el Chelsea: «Es difícil entrenar para demostrar que puedes jugar y no hacerlo, pero la situación cambió de un día para el otro. Intentábamos no hablar de ello». Fortuna, aunque echa de menos a su hijo desde que está en Alemania, está tranquila porque «se ha llevado a un amigo cocinero», confirmó entre risas.