La DGT explica por qué te puedes quedar 'tirado' en carretera

Por ello, y para evitar percances de este tipo tanto en los trayectos diarios como si nos disponemos a viajar, es fundamental haber realizado un correcto mantenimiento del vehículo. Y, como mínimo, conviene revisar, antes de salir, estos puntos fundamentales:

-Dirección: Revisa si notas holguras, ruidos, vibraciones, dureza anormal al girar o desgaste irregular en neumáticos.

-Frenos: Revisa pastillas/zapatas, discos y nivel de líquido de frenos. Este es un sistema que sufre mucho con el calor. Al que hay en la calle durante el verano, debemos sumar también el calor que produce el propio funcionamiento de los frenos. Todo esto puede terminar con un fallo de los latiguillos de freno.

-Suspensión: Su deterioro es imperceptible; pero de ella dependen la estabilidad y capacidad de frenado. Se recomienda cambiar los amortiguadores cada 60.00 kilómetros, aunque se aconseja revisarlos cada 20.000.

-Neumáticos: Comprueba la profundidad del dibujo (1,6 mm), deformaciones, desgaste irregular y presión (en frío). En verano se deterioran más debido a las altas temperaturas que alcanza el asfalto. Revisar los neumáticos puede evitarnos sorpresas peligrosas como un reventón o un pinchazo.

-Luces: Revisa tanto los intermitentes como el alumbrado: deben estar en perfecto estado y bien regulados.

-Batería: No olvides revisarla si hay problemas al arrancar o ves sulfatados los bornes: se encarga de dar vida a todos los elementos eléctricos del vehículo.

-Niveles y filtros: Revisa el nivel del líquido de frenos, limpiaparabrisas, aceite... y también la tensión de las correas y el estado de los filtros de aceite, aire y polen.

-Aire acondicionado: Si enfría poco o se oyen ruidos al conectarlo, conviene revisarlo: además de aportar confort, disminuye la fatiga, lo que repercute en la seguridad.

-Lunas y limpiaparabrisas: Es necesario comprobar el nivel del líquido del limpiaparabrisas porque en épocas cálidas suele utilizarse mucho y es probable que no tenga agua cuando más lo necesitemos. Y las escobillas es aconsejable revisar su estado y sustituirlas cuando acaba su vida útil y no solo, como creen muchas personas, cuando llegan las lluvias.

-Inyección: Ante aumentos del consumo, tirones al arrancar o en marcha, revisa el sistema de inyección (carburación en coches antiguos). Evitarás sustos.