Gama Toyota 4x4, la fiable herencia de siete décadas de retos

Hilux y Land Cruiser conforman el núcleo duro de los modelos todoterreno de la japonesa en Europa, capaces de hacer frente a casi cualquier terreno y obstáculo

U. Mezcua

Madrid

Martes, 30 de marzo 2021, 10:33

Cada vez quedan menos auténticos todo terrenos en el mercado, ensombrecidos por el auge de los SUV. Y aunque muchos son bastante capaces, las diferencias saltan a la vista según nos vamos alejando del asfalto.

Galería. Fotogalería: Toyota Hilux, capaz de todo

Toyota ha ido ampliando su gama SUV, con nuevas ... llegadas como el Highlander de siete plazas -recién llegado a nuestro continente, pero un viejo conocido en EEUU en sus tres anteriores generaciones- o ya asentados como el Rav4, que han ido ganando en eficiencia gracias a la hibridación. Sus capacidades fuera del asfalto son notables, como hemos podido comprobar en una reciente presentación de la marca japonesa, pero quedan lejos de lo que pueden hacer sus hermanos «off road»: el Land Cruiser y la pick up Hilux.

El histórico Land Cruiser bebe de una herencia de más de 70 años, desde que en 1951 Toyota optara, con su desarrollo, a motorizar a la Policía Nacional japonesa. El concurso finalmente recaería en Mitsubishi, pero la marca se dio cuenta de las enormes capacidades que había logrado alcanzar en una "excursión" al icónico Monte Fuji, alcanzando cotas donde ningún vehículo había llegado antes.

Diez millones de unidades después, de sus once generaciones, el Land Cruiser mantiene el espíritu indomable que resumía un viejo adagio publicitario: «Si tu vida depende de un coche, elige Land Cruiser». O como destaca más prosaicamente José Manuel Méndez, responsable de producto de Toyota, «si hay un evento en cualquier sitio del mundo donde pase algo, detrás, allí a lo lejos, habrá un Land Cruiser». O, en su variante, la también resistente y fiable pick-up de Toyota, la Hilux, que con su suspensión de ballesta en el eje trasero puede llegar a cargar hasta tres toneladas.

Ambos modelos mantienen la principal característica de un todoterreno auténtico: un chasis independiente, que les garantiza la integridad estructural durante medio millón de kilómetros recibiendo ramazos y escalando rocas. Cuentan, además, con tracción total -manual en el caso de la Hilux-, reductora y bloqueo de diferencial -trasero en el caso de la Hilux, central en el Land Cruiser a la espera de que, en pocas semanas, incorpore el central en su versión VXL 70 Aniversario), lo que les garantiza poder salir con solvencia de desniveles por los que una cabra se pensaría dos veces adentrarse.

El punto culminante lo ponen sus sistemas de ayuda a la conducción todo terreno, como la suspensión adaptativa kinética del Land Cruiser (que detecta el entorno y se adapta a él con una anticipación de microsegundos) o sistema de avance activo Crawl Control, que controla automáticamente el motor y los frenos para mantener un ritmo lento y constante a velocidades de hasta 25 kmh, por pistas devastadas.

En la casa que ha hecho enseña de la hibridación -ya llega también tanto al Rav4 como al Highlander, a los que ofrece tracción total para mejorar sus cualidades off-road-, sus dos máximos exponentes todoterreno se mantienen fieles al diésel, aunque sus responsables no cierran la puerta a que reciban algún tipo de electrificación en los próximos años, dentro de la estrategia global de la marca de reducción de emisiones. A la espera de ello, siguen fieles al diésel, con mecánicas 2.4 D y 2.8D de 150 y 204CV en el caso de la Hilux -un motor recién introducido en 2015- y 2.8D de 204CV del Land Cruiser, asociable a cajas manuales o automáticas.