Dacia Spring: el sentido de la movilidad eléctrica

Hablamos del Dacia Spring, un pequeño moldeo urbano al que podemos acceder por poco más de 17.000 euros, y que ofrece todo lo necesario para desplazarse por entornos urbanos e incluso rurales, con una autonomía que llega a 230 km.

Es cierto que el pequeño Dacia prescinde de muchos lujos, pero cuenta con lo esencial para desplazarse en el día a día, con un espacio interior en el que sin problemas podemos acomodar a cuatro personas (si bien la mayoría de este tipo de trayectos se hacen tan solo con uno o dos pasajeros), y con un maletero lo suficientemente amplio como para llevar la compra semanal, las mochilas de los niños, o la bolsa del gimnasio.

Por tamaño cumple perfectamente como segundo vehículo, es fácil de aparcar, y gracias a la autonomía que homologa (en nuestra prueba hemos superado con facilidad los 150 kilómetros), si siquiera es necesario enchufarlo todos los días para recargar la batería. Un único problema puede ser la falta de puntos de recarga 'en ruta', por lo que si hemos pensado en la posibilidad de comprarnos un coche eléctrico como este hemos de tener en cuenta que es imprescindible que contemos con una plaza de aparcamiento fija con un cargador a nuestro alcance.

El Dacia Spring cumple con creces. Equipa un motor eléctrico de 33 kW, lo que equivale a 44 CV, y 125 Nm de par inmediato, acoplado a una batería de 27,4 kWh, lo que le permite alcanzar una autonomía de hasta 305 km en ciclo urbano (según WLTP) y de hasta 230 km en ciclo mixto. No es el más rápido de la carretera, pero tampoco lo pretende, aunque en ciudad podemos incluso divertirnos al volante. Ofrece muchas opciones de recarga, pero a través de una toma Green'Up con un cable Flexicharger, tarda unas ocho horas y media en llegar al 100%; o bien a través de un Wallbox de 7,4 kW con cable específico, para menos de 5 horas. Durante una semana de prueba, en la práctica, y haciendo unos 45 km diarios, no tuvimos necesidad de enchufarlo más de un par de ocasiones.

A su favor juega el sistema de frenado regenerativo permanente, muy eficiente, que recupera energía cada vez que se levanta el pie del acelerador. De hecho, en alguno de nuestros recorridos por el centro de Madrid, terminamos con más batería de la que teníamos antes de iniciar la marca (aprovechando las inercias y las pendientes). Para ahorrar energía además disponemos de un botón ECO situado en la consola central con el que podemos mejorar el consumo de electricidad en torno al 10%. Pero este modo limita la potencia a 23 kW (en lugar de 33 kW) y la velocidad máxima a 100 km/h. Algo que en el centro de la ciudad no supone ningún problema.

El equipamiento de serie en todas las versiones que se comercializan desde su lanzamiento incluye la dirección de asistencia variable 100% eléctrica, la climatización manual, el cierre centralizado a distancia, el encendido automático de las luces y el limitador de velocidad (con mando en el volante).

También disponible según las versiones, el equipamiento multimedia Media Nav incluye una pantalla táctil de 7 pulgadas, la navegación, la radio DAB, la replicación alámbrica del smartphone compatible con Apple Carplay y Android Auto, el Bluetooth, una toma USB y una salida auxiliar.

El navegador es muy intuitivo, de fácil manejo, y los 'iconos' tienen un tamaño bastante grande, por lo que su utilización cuando estamos en movimiento es bastante sencillo. El reconocimiento de voz (a través del smartphone) se activa gracias a un mando en el volante. Permite activar y controlar con la voz el asistente iOS o Google del smartphone.

Como conclusión, un coche que nos ha gustado, que no ofrece ni más ni menos de lo que se espera para un vehículo urbano, y que sirve como puerta de entrada a la movilidad eléctrica.