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Señal de un control de alcoholemia en Oviedo. PABLO LORENZANA
DGT | Los trucos comunes que no sirven para evitar un positivo en un control de alcoholemia

Los trucos comunes que no sirven para evitar un positivo en un control de alcoholemia

La DGT desmonta los mitos extendidos sobre formas de ocultar el alcohol en sangre

EL Comercio

Gijón

Martes, 22 de febrero 2022, 17:35

Muchas son las creencias que abundan entre los conductores que creen que existen trucos mediante los que es posible evitar dar positivo en un control de alcoholemia a pesar de haber ingerido una cantidad de alcohol superior a la permitida. Entre ellos, por ejemplo, la práctica deportiva, dormir un rato, e incluso ingerir bebidas energéticas. Pero nada más lejos de la realidad. Alcohol y conducción no son compatibles de ninguna de las maneras, y no existen artimañas para evitar su detección si se tiene que 'parar para soplar'. Y recuerde que las multas por conducir bebido van desde los 500 euros hasta, incluso, penas de cárcel. Y, por supuesto, pérdida de puntos o del carnet.

La Dirección General de Tráfico argumenta el por qué no hay que creerse las artimañas que presuntamente te pueden librar de una sanción:

1. Esperar 1 o 2 horas. Tras una hora después de ingerir la última bebida, el porcentaje de alcohol en sangre estará en su punto álgido y, a partir de ese momento, se va eliminado lo equivalente a 0,2 gramos por litro a la hora. Y no todo el mundo lo hace en la misma proporción porque depende de cada constitución, metabolismo e, incluso, situación anímica. Lo que está claro es que para que el alcohol no sea detectable en sangre, hay que esperar un mínimo de entre 5 o 6 horas tras la ingesta.

2. Tomar café o beber agua. Las bebidas facilitan la hidratación pero no 'limpian' los restos de alcohol en sangre. Ni bebiendo un botellín, ni ingiriendo un litro. Y el truco de los granos de café dio algún 'resultado exitoso' con los primeros etilómetros, hace décadas, pero la sofisticación de los sistemas impide cualquier posibilidad de burlar al aparato.

3. Hacer deporte o sudar. Si la ingesta de alcohol ha sido importante, ponerse a hacer deporte para romper a sudar no es la mejor solución. Básicamente porque no implica la expulsión del organismo del alcohol de manera suficiente para evitar que los agentes no detecten la conducción ebria. Podría llegar a ser hasta contraproducente y producir algún problema de salud asociado, tipo mareos, desmayos o vómitos.

4. Tomar bebidas energéticas. La ingesta de bebidas energéticas puede producir el efecto contrario al esperado, llegando a describirse, incluso, casos de muerte súbita.

4. Chupar limón. La ingesta del zumo de limón no solo no altera la concentración de alcohol, sino que, además, puede estimular la producción de la misma.

5. Echar una cabezadita. Lograr que dormir corrija el nivel de alcohol en sangre implicar hacerlo un mínimo de cinco horas. Dormir un rato no remediará la multa.

6. Soplar despacio o poner un chicle antes de la boquilla. Los alcoholímetros actuales detectan la intensidad del soplo de una persona, lanzando un aviso en el caso de que no se haga correctamente. Y, respecto al truco del chicle, lo único que puede servir es para, además de la multa por conducir borracho, añadir otra sanción por estropear el aparato medidor.

Máximos y multas

La tasa máxima de alcohol permitida es de 0,25 miligramos por litro en aire espirado, y de 0,5 gramos por litro en sangre. En lo que respecta a los conductores profesionales, así como los noveles (los primeros 12 meses transcurridos tras la obtención del carnet de conducir), no pueden exceder los 0,15 miligramos por litro en aire espirado, ni los 0,3 gramos por litro en sangre.

La multa, en el caso de que el alcoholímetro marque entre 0,26 mg/l y 0,50 mg/l, será de 500 euros, y pérdida de 4 puntos del carnet. Si la cifra supera los 0,50 mg/l y hasta 0,60 mg/l, la multa asciende a 1.000 euros y serán 6 los puntos retirados del carnet.

Por encima de esos 0,60 mg/l se tipificará como un delito penal y podría acarrear penas de entre tres y seis meses de prisión, de seis a doce meses de multas económicas o de trabajos en beneficio para la comunidad, y a la pérdida del permiso de conducir entre uno y cuatro años

la DGT recuerda a todos los conductores que están obligados a someterse a los controles de detección de alcohol y drogas que les sean requeridos por las autoridades pertinentes.

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