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La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) con la que, por ley, contarán todas las ciudades de más de 50.000 habitantes, además de aquellas de más de 20.000 habitantes que presenten problemas de contaminación, supone la principal novedad en cuanto a las nuevas restricciones impuestas por Tráfico a todos aquellos vehículos que no dispongan de etiqueta medioambiental. Una nueva ley que se irá implantando a lo largo de 2023.
Serán cerca de 150 ciudades y un total de más de 4 millones de automóviles los que se vean afectados por esta nueva medida, que afecta directamente a los coches que fueron matriculados antes del año 2000 y que tienen motor de gasolina; así como a aquellos modelos diésel de antes de 2006. Unos vehículos que ya vienen sufriendo determinadas restricciones, como la de circular por el interior de la M-30 en Madrid.
Pero las restricciones de Tráfico no acabarán aquí, pues las previsiones muestran que, en el año 2024, estos coches quedarán expulsados de cualquier vía de la capital, siendo una de las ciudades más afectadas por la contaminación. Y, de nuevo en 2025, se planea que las medidas se endurezcan aún más, sumándose a las restricciones los vehículos que circulen sin etiqueta y estén empadronados en la ciudad, además de motos, camiones y furgonetas, a los que por el momento no afectaban las medidas.
Esta serie de restricciones se prevé que incidan, directamente, en la compra de vehículos. Si bien en los últimos meses se ha experimentado un aumento notable en el precio de vehículos de segunda mano, ahora cabe la posibilidad que a partir de la entrada en vigor de la nuevas medidas se produzca un cambio, pues con la demanda puesta en los vehículos electrificables cabe esperar que también los precios suban considerablemente.
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