La DGT explica el truco para evitar que el aire acondicionado de un coche huela mal

Suele ocurrir que cuando más se necesita, cuando más necesario es, se encienda el aire acondicionado del coche y de las rendijas emane un olor desagradable. No es humedad, pero muy desagradable y más cuando se pretende conducir mientras está en marcha. Este olor puede ser fruto de un mal mantenimiento del sistema del aire acondicionado. La DGT recuerda que el gas hay que recargarlo durante dos años, «como mínimo», mientras que el filtro de aire se recomienda sustituir una vez al año o cada 10.000 kilómetros, índices que se reducen que se conduce de forma habitual sobre caminos de tierra.

La temperaturas perfecta para conducir está entre los 21 y los 23 grados. Por eso se recomiendan esas temperaturas tanto en invierno como en verano. Si al utilizar el aire acondicionado se nota un olor molesto hay que revisar toda la instalación y se puede hacer un mantenimiento tanto profesional en un taller autorizado como personal por parte del propio conductor.

Cuando se da este desagradable momento es porque entre la humedad de su uso y la temperatura a la que se ha utilizado han proliferado patógenos entre los conductos que van por dentro del vehículo. Además de hongos y bacterias la DGT recuerda que estos tubos y recovecos pueden servir para alojarse el coronavirus e expandirse por dentro del coche en el momento se ponga en marcha el aire acondicionado.

Si se decanta por el mantenimiento y limpieza en un taller, lo más normal es que el profesional opte por utilizar ozono y elementos detergente para conseguir eliminar cualquier tipo de bacteria y hongos y así desaparecerá el olor. Pero de forma manual también se puede proceder a una limpieza casi íntegra del sistema del aire acondicionado.

Según detalla la DGT el mecanismo es el siguiente: el conductor deberá limpiar primero las rendijas de polvo, con pinceles por ejemplo, y después proceder a deshumedecer el vehículo enchufando durante 5 minutos la calefacción con el aire acondicionado parado y sin estar dentro del vehículo. Después de este proceso se recomienda utilizar productos desinfectantes para eliminar los patógenos, líquidos que se venden ya con un boquilla especial para introducirlas por las rendijas. Tras este paso el proceso concluye enchufando el aire acondicionado durante 5 minutos a máxima potencia, teniendo las ventanillas completamente cerradas y quedándose el conductor fuera. Para concluir del todo, ventilar el habitáculo.