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La carrocería Sportback mezcla la líneas de un crossover con las de un coupé. ec.
Audi Q5 Sportback Coupé deportivo

Audi Q5 Sportback Coupé deportivo

El Audi Q5 Sportback es la versión más deportiva en la que la carrocería adquiere unas líneas coupé más aerodinámicas y los acabados vienen con un estilo sport

Martes, 31 de enero 2023, 22:20

Audi ha evolucionado la carrocería de su crossover Q5 hacia la versión Sportback con la que consiguen un diseño más dinámico y deportivo. La línea de techo desciende en la parte trasera conformando un estilo coupé, mientras que la línea de hombros une los faros delanteros con los traseros elevando la zaga. En el frontal monta una parrilla octogonal con estructura de panal y entradas de aire con molduras de aluminio. Los faros son LED y en opción se pueden cambiar por unos Matrix LED.

La parte trasera dispone de una firma lumínica en cuatro opciones a elegir por el cliente, con pilotos LED y OLED en opción. Un listón cromado une los grupos ópticos, y un spoiler de mayor tamaño remata la parte superior de la tapa del maletero. Por abajo se incluye un difusor con aspecto deportivo.

El Audi Q5 Sportback mide 4,68 metros de largo, 7 milímetros más que la versión normal del Q5. Su anchura es de 2,14 metros.

El interior es completamente digital con dos pantallas: el Audi Virtual Cockpit Plus muestra toda la información necesaria para la conducción, y es configurable al gusto de cada usuario. La pantalla central de 10 pulgadas es táctil y responde a los comandos por voz. El maletero tiene una capacidad de 510 litros ampliables hasta los 1.480 litros.

Hay mecánicas gasolina, diesel e híbrido enchufable. El gasolina es un 4.5 TFSI de 265 CV. con cambio Stectronic de 7 relaciones. El diesel intermedio es un 3.5 TDI de 163 CV., y el superior un 4.0 litros TDI de 204 CV., ambos con cambio manual de 7 relaciones. La versión S del Q5 Sportback monta un motor V6 TDI con 341 CV y cambio automático de 8 velocidades. Hace el 0-100 en sólo 5 segundos.

El híbrido enchufable asocia un motor gasolina con otro eléctrico para ofrecer una potencia conjunta de 367 CV. En modo eléctrico dispone de 62 kilómetros de autonomía, y el 0-100 lo hace en 5,3 segundos.

Sobre todas estas opciones mecánicas esta semana hemos elegido probar el diesel TDI de 4.0 litros y 204 CV. de potencia. A pesar de lo denostado que está el diesel, y de que ahora se impone vender electrificación, muchos usuarios tienen en el diesel su mejor aliado, sobre todo, si van a realizar muchos kilómetros en desplazamientos largos, el diesel sigue siendo la opción más económica por su eficiente rendimiento kilométrico. Con un depósito lleno la autonomía supera los 850 kilómetros, y el consumo medio es de 7 litros cada 100 kilómetros. Siempre conduciendo en el modo Efficience, que optimiza el consumo y a las velocidades máximas permitidas. También se pueden elegir otros tres modos de conducción: Sport, All Drive y Four Drive con tracción a las cuatro ruedas, muy recomendable si el asfalto está deslizante por condiciones climatológica adversas de lluvia intensa o nieve, donde la seguridad se hace notar si optamos por este modo de conducción, y aunque el consumo aumenta ligeramente merece la pena. Se puede elegir una suspensión neumática adaptativa de forma opcional con un recorrido de 60 milímetros. Cuenta con todas las ayudas a la conducción propias de un vehículo del segmento Premium, y está disponible en tres acabados: Advance, SLine y BlackLine.

Los precios se inician en 55.810 euros para el acabado Advance, que ya de por sí viene con un elevado equipamiento de serie, este precio aumenta en 2.500 euros si elegimos el acabado SLine, y sobre este precio suma otros 3.200 euros si optamos por el acabado más alto de gama el BackLine, que viene con todas las opciones disponibles y con un precio de 61.510 euros.

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