Qué debes saber si vas a compartir un décimo de Lotería de Navidad

Sin embargo, hay que tener cuidado y tomar una serie de precauciones para evitar problemas tanto si se es el depositario como si se participa por si nos toca un buen pellizco o una simple pedrea. Quien avisa no es traidor, ya que la picaresca de algunos puede aguarnos la fiesta.

Es imprescindible que cada persona pague la cantidad acordada no vaya a ser que llegue el ansiado día de la celebración de la lotería y el 'moroso' recupere la memoria de repente si los bombos sacan el número adquirido. O que el encargado de guardar el boleto se niegue a compartir el premio por impago. Y no le faltará razón.

Tras abonar la cantidad pactada, lo prioritario es dejar constancia por escrito de todos los participantes y del importe que juega cada uno. De esto se encarga el depositario del décimo, quien debe facilitar al resto una fotocopia nítida por ambas caras en la que se pueda leer también el número, serie y fracción. Y todo ello, con su nombre, DNI y su firma. Así lo viene aconsejando año tras año la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Estos documentos que dan fe de todo ello se pueden entregar en mano o enviar por carta, una tradición familiar en vías de extinción.

En caso de que no sea posible por residir en lugares distintos o por falta de tiempo, siempre queda el socorrido recurso de enviar una imagen del billete y el resto de requisitos por correo electrónico o por un grupo de WhatsApp u otra red social.

De este modo, dado que el billete de lotería es un documento el portador cuyo premio recibe el tenedor, los participantes, en caso de que el primero se niegue a compartir lo ganado si tienen la suerte de que su número figure entre los afortunado contarán con pruebas que podrán adjuntar a una denuncia ante la Policía Nacional o la Guardia Civil, si llega el caso, ante un presunto delito de apropiación indebida.

También resulta útil tener todos esos papeles en caso de que el depositario extravíe, deteriore, rompa el billete por error, lo deje en un bolsillo y se lave en la lavadora. En este caso hay que enviarlo a la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado, que determinará si se puede cobrar el premio. Si está muy irreconocible, será la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre la que se pronuncie. Si es víctima de un robo y el número figura entre los afortunados, se paralizará la entrega de la cantidad obtenida.

Ya solo queda que llegue el esperado día 22 de diciembre, comience a sonar la cantinela de los niños de San Ildefonso… y que la suerte acompañe.