«¿Pero tocó aquí?» Eran las diez y media de la mañana, apenas una hora después de conocerse que uno de los quintos premios del Sorteo de la Lotería de Navidad había caído en Gijón.
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Ludivina Menéndez Alvarez se acercó hasta Juguetería Loterías ... Pedro' para comprobar que lo que le decía desde hacía media hora un familiar era cierto:el décimo ganador era el suyo. El 86986 había sido agraciado con el quinto premio. «Yo no sabía, llevo el 86», repetía.
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Y así fue. Los ocho vendidos en esta administración de El Coto le tocaron a una vecina del barrio que recibió la noticia con un sabor agridulce. El número elegido no fue al azar, sino que tiene una carga emocional importante: el 86, la edad que tenía su marido y que falleció a mediados de octubre. «Compré los décimos tras venir de enterrarlo».
Dice que se quedó con la mitad de un décimo. El resto lo repartió entre varios familiares, por lo que han viajado hasta Zamora. «Cuando lo vi me pareció un número muy feo, pensé, es capicúa, no me gusta nada».
Pese a que la suerte siempre es muy buscada en un día como hoy entre los jugadores, «valía más que no me hubiera tocado», dijo entre lágrimas.
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