Llanes, la villa de la suerte de este año en Asturias

En el puente de Llanes, a la hora de la sobremesa, la menina del escultor Antonio Azzato con sus brazos en jarra sobre el mandil parecía encarnar la contrariedad de una gran mayoría de vecinos excluidos por la suerte que paseó por la villa desde primeras horas hasta avanzado el mediodía. Aunque muchos de ellos se lo tomaban con humor, como Flor Álvarez e Isabel Celorio -jubilada y peluquera, respectivamente-, amigas de toda la vida, que prolongaban su tradicional vermú prenavideño brindando por los afortunados a los que sí les había tocado algún pellizco del casi millón y medio de euros repartidos en la localidad. «A nosotras ni lo jugado -explicaban sin perder la sonrisa- ¡Y vaya mañana de estrés! A cada paso que dabas un premio. ¡Menudo sinvivir!».

Con idéntico ánimo, en su caso fundamentado, al otro lado del puente, tras el mostrador del Bar Restaurante Uría, Joaquín Batalla Uría aceptaba las felicitaciones bromeadas de sus parroquianos por los cuatro décimos agraciados con un quinto premio que el Sorteo les había dejado en familia: «Tranquilos que no me retiro. Con 6.000 euros para las copas de Nochebuena y ya». Por el comedor, sus hermanas Marisa y Susana atendían a los clientes portadoras igualmente de un poco de alegría que no trastocaba su rutina de trabajo habitual. La segunda había sido la responsable de traer desde Vigo las cuatro papeletas con el 45.353 premiado: «Fui a ver a mi hija que estudia allí y al lado del hotel, en una administración cogí los décimos sin mirar el número. La suerte es así», expresaba. Y la frase hecha se confirmaba solo con cruzar a la otra banda del 'puertu chicu'. Las mismas cifras se mostraban expuestas en el escaparate de la oficina número 2 de las Loterías de Llanes, junto a las de los otros dos quintos premios vendidos en ella y que han repartido el nada insignificante pico de 972. 000 euros. Un triplete fiel al nombre del establecimiento: 'La suerte al cubo'.

Y que la fortuna es caprichosa por naturaleza se corroboraba aún más en la otra administración llanisca que se vio ayer favorecida en los bombos del Colegio de San Ildefonso, el puesto mixto El Colibrí. En su interior, Alberto Villar Traba señalaba con indisimulada resignación hacia el número 88.008, el mismísimo Gordo, del que esa oficina, regentada por Miriam Pérez y Jorge Noriega había despachado un décimo y con él los 400.000 eurazos del premio. También él había viajado a Galicia: «Lo vi allí y lo iba a comprar pero no me gustó», repetía una y otra vez ante la mirada comprensiva de la propietaria, que a modo de consuelo para el infortunado revelaba que ella misma había repartido entre sus familiares y allegados cerca de mil papeletas sin premio alguno. «El que de verdad nos tocó fue haber podido dar el Gordo. Y no está mal en los apenas dos años y medio que llevamos aquí, con otro premio que repartimos en noviembre. En esta zona vendemos muchísimo a gente de fuera, en verano la cola da vuelta a la esquina. Expende la máquina así que es muy probable que el Gordo se lo haya llevado alguien a Madrid, Barcelona, Escocia, a cualquier lugar».

Por las calles de Llanes, visitantes de fin de semana y vecinos se cruzaban inmersos en la más absoluta tranquilidad, como si ahí no hubieran llovido 1.372.000 euros, más los 24.000 de la familia Batalla Uría.

A esa hora, caída ya la tarde y su manto frío, solo la Menina del puente, aparentaba mantener su cierto desdén y es que no solo no le había caído ningún pellizco lotero, sino que hasta los turistas ocasionales en lugar de hacerse un selfie con ella apuntaban con sus móviles hacia el cartel de la administración 'La suerte al cubo' para viralizar que en Llanes habían caído tres quintos premios y el Gordo. Y además que se lo estaban pasando fenomenal.