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lourdes gómez
LONDRES
Martes, 20 de agosto 2019, 01:53
El libre movimiento de trabajadores y estudiantes de la Unión Europea concluirá en el Reino Unido la medianoche del 31 de octubre, cuando el Gobierno de Boris Johnson planea ejecutar el 'Brexit'. «Estaremos preparados para la retirada el 31 de octubre, con o sin acuerdo», ... declaró el primer ministro durante una visita a Cornualles, en el suroeste de Gran Bretaña. Una marcha abrupta de la Unión Europea implicará cambios estructurales inmediatos y el refuerzo de los controles en los puestos fronterizos de aeropuertos y terminales marítimas de la isla.
«Los ciudadanos de la UE todavía podrán venir al Reino Unido de vacaciones o en viajes cortos, pero cambiarán las disposiciones para los que vengan por periodos más largos y con el propósito de trabajar y estudiar», corroboró el ministerio del Interior. A casi dos meses del divorcio de la UE, el sistema transitorio de control de los viajeros comunitarios o el futuro régimen migratorio sigue sin definirse. «Los estamos desarrollando», admitió una portavoz ministerial. Lo que sí parece claro es que será más duro que las opciones propuestas por la previa administración conservadora.
Por lo pronto, la titular del Interior, Prity Patel, ha eliminado la intención de la anterior primera ministra Theresa May, de «poner fin a la libertad de movimiento lo antes posible». El objetivo ahora es acabar con este derecho comunitario al toque de la medianoche del 31 e implementar las nuevas medidas y mecanismos el 1 de noviembre. Si no hay un acuerdo para entonces, Reino Unido será reconocido como «tercer país» para la UE y los nacionales del Área Económica Europea (AEE) pasarán a ser «otros» en las estructuras de los aeropuertos británicos. Solo los irlandeses seguirán disfrutando de los derechos actuales en función al espacio común de tránsito que ambos países se reconocen desde el siglo pasado.
La fecha de la marcha coincide con la popular fiesta de Halloween y la conclusión de la semana de vacaciones escolares del último trimestre del año. Por tanto, el número de pasajeros entrando en la isla en las primeras jornadas del 'posbrexit' podría superar la media habitual de 110.000 por día. Las colas en el control de pasaportes prometen ser largas, según advierte el plan confidencial de contingencia del Gobierno que publicó el domingo 'The Sunday Times'.
Copiar el sistema australiano
«Lo que vamos a hacer es marcharnos de la UE y eso significa que legalmente todos esos poderes revierten a Reino Unido», dijo ayer Johnson en declaraciones a la emisora BBC Cornualles. «Pero no significa que vamos a impedir la entrada de todos a este país, no significa que vamos a ser remotamente hostiles a la inmigración o los inmigrantes».
El primer ministro añadió que el 'Brexit' permitirá «controlar democráticamente» el flujo y la naturaleza de los próximos inmigrantes. La nueva administración conservadora aspira a implementar un sistema inspirado en el régimen australiano de puntos en función a los estudios y experiencia de un individuo o a la escasez de mano de obra interna en los determinados sectores laborales.
La diputada del Partido Verde Caroline Lucas criticó los mensajes confusos de Interior: «Las garantías que el Gobierno ha dado a los ciudadanos de la UE se están demostrando que son una farsa. Familias tendrán que separarse, las ofertas de trabajo quedarán colgando del aire bajo las nuevas normas que acaban con la libertad de movimiento. Esta es la faceta real del Gobierno de derechas de Boris Johnson».
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