Italia valora limitar el derecho de huelga tras los escándalos en Roma y Pompeya

El Gobierno italiano ha advertido de que el derecho de huelga podría quedar limitado en servicios públicos esenciales tras los perjuicios y riesgos causados por los paros que afectaron en los últimos días al metro de Roma y a las ruinas de Pompeya. "Son bienes comunes, pertenecen a la colectividad", ha defendido el ministro de Infraestructuras, Graziano Delrio, quien ha estimado que habría que "protegerles mejor de esas iniciativas de protesta, no siempre legítimas, que acaban por dañar a todo el país".

"Creo que es justo que el disfrute de los bienes culturales se considere como un servicio público esencial", explicó el ministro en una entrevista al diario Corriere della Sera.

Las palabras de Delrio se conocieron después de que el sábado el propio primer ministro, Matteo Renzi, mostrara su irritación por lo sucedido en la capital y en Pompeya y declarara sobre los sindicatos: "si esto continúa así tendremos que defenderlos de sí mismos".

Paros no anunciados

Los usuarios del metro de Roma sufrieron en los últimos días las consecuencias de paros no anunciados de parte de su personal, retrasos en la frecuencia de los convoyes, que circularon sin aire acondicionado, a lo que se añadió la polémica que causó comprobar que algún vagón transitaba por un túnel con las puertas abiertas.

En el caso de Pompeya cientos de turistas se encontraron el viernes pasado con las puertas del recinto cerradas sin previo aviso por la celebración de una asamblea sindical.

El ministro Delrio precisó no obstante su propuesta que el derecho de huelga "está protegido en la Constitución y por lo tanto creo que es mejor evitar una intervención directa del Gobierno. En el Parlamento ya hay varias proposiciones de ley, las acompañaremos hacia la aprobación y con la participación de todos".