Los rescatadores asturianos, en el epicentro del terremoto de Turquía

Tras una primera escala en la capital turca, esta mañana se encontraban ya en Adiyaman, ciudad el sureste de Turquía y una de las más pobladas del país. Le acompañan los perros 'Chuli' y 'Mini', dos pastores belgas que participarán activamente en la búsqueda de víctimas.

Un avión militar les trasladó hasta la localidad otomana, junto a otros miembros de distintas organizaciones que ayudarán en la búsqueda.

Asturias se une, así, a la ayuda a los países afectados por la catástrofe, cuyo número de víctimas mortales no para de aumentar. La presencia de la Unidad Canina forma parte de una acción coordinada con la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias (IAE) de Algemesi, de Valencia, que tiene amplia experiencia en intervenciones en terremotos, Concretamente, en países como Haití, El Salvador y Nepal, así como en Turquía en anteriores catástrofes.

Son momentos «cruciales» para hallar supervivientes entre los escombros del potente seísmo, que ya ha dejado más de 11.700 muertos y un número superior a 52.00 heridos, según los últimos balances. «Los cuatro o cinco primeros días son críticos y a partir de ahí bajan las posibilidades de encontrar vida, aunque hay casos en los que, transcurridas más jornadas, se halló con vida a alguna víctima», relata a EL COMERCIO Wenceslao Fernández Iglesias, responsable de la Unidad Canina asturiana, cuya sede se encuentra en La Morgal.

'Chuli', que acompaña a Miguel de Prado, y 'Mini', que viajó con Elena Marcos, son dos canes homologados e integrados en operativos de búsqueda. La Unidad Canina forma parte, a su vez, de la Asociación Nacional de Perros de Salvamento. «Cuando hay siniestros, todos los organismos que puedan aportar algo se ponen en contacto y se organizan para coordinarse», indica Fernández.

A las 13.30 horas de ayer salió del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas el vuelo de los guías hacia Estambul. Una vez allí ya se despliega todo el protocolo.

«Se integran en un campo base, comandado por responsables de la ONG generalmente, y desde allí ya van saliendo hacia la ubicación requerida», dice Wenceslao Fernández. Las necesidades de cada momento marcarán el rumbo de los participantes en estas labores de rescate, en las que la Unidad Canina del Principado tiene también amplia experiencia. No en vano, sus tareas le valieron en el año 2017 la concesión de la Medalla de Plata del Principado «por su colaboración en situaciones de emergencias y por su carácter pionero al impulsar el salvamento con perros en Asturias».

La organización voluntaria nació en 1987, cuando un helicóptero que llevaba a bordo cuatro guías del Grupo del Perro de Salvamento de Euskadi, un responsable de Protección Civil de Asturias y cuatro perros se estrelló durante las labores de búsqueda de un niño desaparecido cerca del lago Enol.