Algunos colegios franceses sólo dan clase cuatro días a la semana. B. J.

El problema de tener demasiadas vacaciones

Educación en Francia ·

Macron se propone ajustar las 16 semanas de descanso escolar para combatir la desigualdad y favorecer la conciliación

Beatriz Juez

París

Sábado, 11 de noviembre 2023, 19:03

Los alumnos franceses tienen «demasiadas vacaciones». Así lo afirmó a finales de agosto en una entrevista en el semanario Le Point el presidente francés Emmanuel Macron, quien se mostró a favor de realizar «ajustes» en el calendario escolar, para recortar, sobre todo, los días libres ... en verano, sin que, de momento se haya atrevido a abrir por completo ese melón.

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Conciliar la vida laboral y familiar es siempre difícil para los padres, especialmente si trabajan los dos. Pero en el caso de Francia las parejas tienen que hacer encaje de bolillos para organizarse entre el trabajo y las vacaciones escolares que sus hijos tienen durante todo el curso. La escolarización anual en Educación Primaria es de 144 días, frente a la media de 180 en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Así, son muchos los colegios que sólo ofrecen cuatro días de clase a la semana, con el miércoles libre para hacer actividades extraescolares, deporte o acudir a un centro recreativo. Y aunque los alumnos franceses disfrutan de menos días de asueto en verano que en otros países europeos (8,2 semanas frente a las 11 de España), están a la cabeza en 'les petites vacances' del resto del año.

El sistema galo es único respecto a otros países europeos. Durante el curso, los alumnos disfrutan cuatro veces de dos semanas de libranza, cuando lo habitual suele ser de poco más de una semana. Por cada mes y medio de clase los estudiantes franceses descansan quince días, lo que representa dos semanas en noviembre, dos en navidades, dos en febrero y dos en abril, además del mes de mayo, que suma varios festivos. Son, en total, ocho semanas libres durante el período lectivo, más las ocho de verano. Solo la parte francófona de Bélgica tiene un sistema similar.

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Si se suman todas las vacaciones escolares, Francia figura entre los países de la UE más generosos, con 16 semanas frente a las 14 de España. Los alumnos que disfrutan de más tiempo de descanso son los irlandeses (18 semanas), y los suizos (10 semanas), los que menos.

En los años 60, el Gobierno dividió el país en zonas de vacaciones escolares en función de intereses económicos y para alargar las temporadas turísticas

«Todas estas vacaciones acumuladas plantean hoy en día cuestiones sobre la organización familiar, porque las mujeres francesas trabajan también mucho, más que en otros países, por lo que hay un verdadero problema para cuidar a los hijos», explica Éric Charbonnier, experto en Educación de la OCDE. Cuenta que las vacaciones favorecen la desigualdad entre los alumnos, porque «no todas las familias pueden permitirse irse de vacaciones ni todos los niños hacen las mismas cosas en verano». Además, hay diferencias en el territorio en cuanto a la oferta disponible para hacer actividades extraescolares que no todo el mundo se puede permitir.

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Un calendario para tres años

El ministerio de Educación francés discute con 55 organizaciones representantes del mundo educativo, empresas de transportes y la industria turística y hotelera el calendario escolar, que se fija cada tres años. Pero, ¿cuándo se antepondrán las necesidades de los niños a los intereses de los adultos?, se preguntan muchos expertos en Educación. Y es que el Gobierno galo dividió en los años 60 el país en zonas de vacaciones escolares en función de intereses económicos y para alargar las temporadas turísticas, En la actualidad se mantienen tres zonas -A, B, y C-, por lo que no todos los alumnos salen a la vez de viaje, lo que beneficia a la industria turística que tiene su clientela garantizada durante más tiempo.

Padres de alumnos proponen aplicar siete semanas de clase y dos de descanso

A la hora de decidir qué vacaciones son las que hay que recortar no hay consenso. «Si se cortan las de verano, saldrá menos gente, lo que no es bueno para la economía. Y si se ajustan las de febrero, que es el periodo para ir a esquiar, pasa lo mismo», explica Charbonnier. En Francia, sostiene, «se tiende a hablar demasiado sobre la cantidad de educación: ahora se habla de recortar las vacaciones de verano y de añadir más horas de matemáticas». Pero antes, defiende, «habría que hacer un mejor uso del tiempo escolar, regresar en las escuelas de Primaria a los cinco días de clase y utilizar el quinto para un trabajo más personalizado, permitiendo a los alumnos más retrasados ponerse al día. Es importante añadir medidas cualitativas».

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Por su parte, la asociación francesa de padres de alumnos FCPE propone aplicar la alternancia 7/2 -siete semanas de clase y dos de vacaciones- recomendada por algunos especialistas en ritmos educativos, reducir a dos el número de zonas de vacaciones escolares y recortar las libranzas de verano. Pero eso no librá a los padres de tener que seguir haciendo malabarismos para conciliar.

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