Varios miles de personas se manifestaron la tarde del pasado viernes en Nueva York en favor de Israel. EFE
Guerra total entre Hamás e Israel

Nueva York vive su propia batalla

Líderes judíos propugnan despidos y presiones para quienes no estén al lado de Israel

Mercedes Gallego

NUeva York

Sábado, 21 de octubre 2023

Primero fue el aullido de dolor. Luego, el rugido del animal herido. La venganza de Israel por la masacre del 7 de enero arrasa la franja de Gaza, pero la guerra fría se libra entre los rascacielos de Nueva York, la ciudad del mundo que ... más judíos concentra. Más que Tel Aviv y Jerusalén juntos.

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Aquí no hay sitio para matices A los políticos se les ha obligado a tomar posiciones. A las universidades que no han castigado la solidaridad pro-Palestina se les han retirado las donaciones. A muchos de quienes se expresan en favor de los palestinos se les presenta la hoja de despido y hasta a los judíos que apelan a la humanidad –o no aprovechan su tribuna para hablar en favor de Israel– se les ataca. La supervivencia de Israel está en juego, dicen. El 7 de octubre se considera «el segundo Holocausto», palabras que arrastran una carga emocional inmensa. La matanza perpetrada por Hamás, con más de un millar de civiles y soldados israelíes asesinados, fue, ciertamente, la mayor pérdida de vidas judías desde la II Guerra Mundial.

En la Gran Manzana se ha impuesto una gélida tensión. Quien más y quien menos ha sido tanteado por algún amigo judío que quiere asegurarse de que lo sigue siendo. «Lo que para mí es peor que el odio de mis enemigos es la indiferencia de mis amigos», advierte una joven israelí residente en Nueva York.

La carta de los Grupos de Solidaridad Palestina de la Universidad de Columbia, titulada 'La opresión engendra resistencia', en la que se recuerda que los ataques del 7 de octubre no pueden entenderse fuera del contexto que ha convertido a Gaza en una prisión a cielo abierto, comienza lamentando «con profundo dolor» la pérdida de vidas que dejó la incursión de Hamas y la «desgarradora experiencia que ha supuesto para sus familias». Eso no evitó la furibunda respuesta que le siguió. La prestigiosa firma de abogados Davis Polk, que tiene oficinas en una decena de capitales del mundo, incluyendo Madrid, rescindió la oferta de trabajo a tres alumnos de Columbia adheridos a algunas de las asociaciones que firmaron ese documento, sin que en él se mencione ningún nombre porque algunos ya habían sido «injustamente puestos en listas de terroristas» explica el comunicado estudiantil. El presidente del bufete, Davis Polk, explicó en una circular a su millar de empleados que «las ideas que habían expresado esos estudiantes en ciertos comunicados» contravenían el sistema de valores de la firma.

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En Wall Street la élite económica de una ciudad que aglutina a 1,6 millones de judíos (2,2 si se incluyen los alrededores) ejerce su poder. En estos días la presión ha obligado a restaurantes y organizaciones a cancelar celebraciones que no se consideran apropiadas para el clima de duelo.

El asesinato de Wadea

Si bien la población judía en EE UU es solo el 2,4% del total, en la ciudad de los rascacielos ese porcentaje es al menos del 20%, concentrado en los sectores más influyentes. Desde las páginas del 'Wall Street Journal', el profesor de Derecho Corporativo de la Universidad de California en Berkeley Steven Davidoff Solomon pedía a las empresas «no contratéis a mis estudiantes de Derecho anti-semitas». «¿Querrían vuestros clientes a un abogado que condone crímenes de odio?», insistía.

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«Si eres un empleador, cuando entrevistes a estudiantes de Berkeley, Harvard o NYU pregúntales a qué organizaciones pertenecen», añade Davidoff en referencia a Estudiantes de Derecho por la Justicia en Palestina y otra veintena de asociaciones que se han hecho eco de sus propuestas. Eso incluye a Mujeres de la Facultad de Derecho de Berkeley y Caucus de Estudiantes Queer.

En Illinois, el pequeño palestino de 6 años Wadea Al-Fayoume y su madre fueron apuñalados por su casero, que se presentó en la puerta cuchillo en mano y se lo clavó a la mujer una docena de veces al grito de «¡terrorista!». Cuando salió malherida del baño en el que se había parapetado se encontró a su hijo muerto de 26 puñaladas. Josep Czuba, de 71, detenido, aparece aún con la cara salpicada de sangre en la foto policial. Ahmed Rehab, director del Consejo de Relaciones Islámico-Americanas en Chicago, critica la falta de contexto en determinadas informaciones mediáticas y la acción de «individuos, grupos e instituciones que intentan sofocar a cualquiera que se atreva a tener un diálogo abierto» sobre el conflicto o la situación humanitaria en Gaza.

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Los comunicados de apoyo a Israel brotan en cualquier página web que se abra, tanto si uno intenta pedir comida a domicilio o reservar una clase de yoga. «Puede parecer que lo seguro es condenar la violencia de ambos lados del conflicto, pero en estos momentos de ira y emociones pesadas pocas cosas son seguras», decía un artículo del 'Washington Post'. «Las empresas, políticos, universidades y colegios que han hecho eso se han encontrado bajo el fuego de grupos judíos y otros».

«No contratéis a mis estudiantes de Derecho antisemitas», pide un profesor de la Universidad de Berkeley

En las redes sociales, los mensajes desaparecen misteriosamente, hay cuentas suspendidas y trabas para emitir en directo. Los que colgó en X el periodista deportivo de PhillyVoice, Jackson Frank, sirvieron para despedirle por criticar el apoyo a Israel del equipo de baloncesto Philadelphia 76ers.

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También es cierto que circulan mensajes extemporáneos, hirientes ante una carnicería con más de mil muertos, incluida la de decenas de niños. Por ejemplo, la doctora Dana Diab señaló en esa misma red que «los colonos sionistas» habían tenido una dosis «de su propia medicina», por lo que fue despedida de los hospitales Lenox Hill y Brookdale en los que trabajaba en Urgencias. Hasta la modelo de 'Playboy' Miah Khalifa fue despedida por sus «comentarios insensibles» en X, donde dijo que «si puedes mirar la situación y no estar de lado palestino es que estás en el lado equivocado de la historia». La revista también ha borrado su canal.

En ese contexto no es de sorprender que la cadena Hilton cancelase casi sin antelación el contrato con la campaña para los derechos palestinos que iba a celebrar su conferencia en uno de sus hoteles. En plena campaña de reelección, tampoco nadie puede esperar que el presidente Joe Biden haga otra cosa que no sea apoyar firmemente a Israel.

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