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elcomercio.es
Miércoles, 7 de junio 2017, 10:19
La imagen nos rasgó el alma. Un niño sentado en una ambulancia, con la mirada perdida, cubierto de polvo y ensangrentado. Era Omran Daqneesh. Se convirtió en el símbolo del sufrimiento de los civiles en la parte asediada de Aleppo en agosto de 2016.
Hoy, afortunadamente, tiene un aspecto bien distinto.
Ahora, casi un año después, hemos podido ver de nuevo al pequeño. En la foto, el padre de Omran le dice a una periodista que ha cambiado el nombre a su hijo para mantenerlo a salvo. También asegura a la cámara que la familia no quiere abandonar Siria y acusa a los rebeldes de intimidar a la familia.
Las imágenes parecen mostrar al menor y a su familia en buen estado y viviendo todavía en la ciudad, que ahora está bajo el control de fuerzas leales al régimen de Damasco.
Antes de la caída de los rebeldes, se informó de que la familia Daqneesh había cruzado, como miles de otros civiles desesperados, a la parte gubernamental de Aleppo ante la desesperada situación de los milicianos.
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