COLPISA / AGENCIAS
Domingo, 31 de enero 2016, 13:10
El grupo terrorista Estado Islámico ha reivindicado el doble atentado cerca de un templo chiíta al sur de Damasco que ha matado este domingo al menos a 70 personas y ha dejado 110 heridos. En un comunicado divulgado en las redes sociales, el grupo yihadista ha asegurado que dos de sus miembros se hicieron estallar cerca del santuario de Al Saida Zainab.
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En dicho comunicado, la filial de la organización extremista en Damasco, Wilayat Dimashq, señala que "dos soldados del califato pudieron llevar a cabo dos operaciones suicidas contra un nido de los apóstatas politeístas en la zona de Al Saida Zainab, en Damasco". "Para que sepan los renegados (en alusión a los chiíes) que, igual que ellos combaten, serán combatidos y que no encontrarán seguridad ante los golpes de los muyahidines (guerreros santos) con el permiso de Alá", añade la nota.
El ataque se ha producido en un mercado del barrio damasceno de Al Saida Zainab, el principal núcleo chií de la ciudad, según ha informado el Ministerio del Interior sirio en un comunicado recogido por la agencia oficial de noticias nacional, SANA, y fuentes oficiales sirias a la agencia de noticias china Xinhua.
Estas últimas fuentes dan casi por sentado que la cifra de muertos va a aumentar en las próximas horas por el gran número de heridos en estado crítico y por el lugar de la explosión, a menos de 700 metros de una de las mezquitas chiíes más importantes del país.
Según las primeras informaciones, el ataque habría comenzado con la detonación de un coche bomba junto a un autobús de pasajeros, seguido de una segunda explosión, provocada por un terrorista suicida, dirigida contra los transeúntes que intentaban ayudar a las víctimas de la primera bomba.
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Un barrio de gran importancia simbólica
El barrio tiene una enorme importancia simbólica para los chiíes al albergar la mezquita donde se encuentra supuestamente la tumba de Zaynab ben Alí, nieta de Mahoma, e hija de Ali ben Abi Taleb, primo del profeta a quien los chiíes consideran su sucesor legítimo, en el origen del cisma suní-chií en la historia del Islam.
Tal es la veneración que se profesa a la tumba que muchos milicianos chiíes de Irán, Irak o el Líbano se ofrecen específicamente para defender la mezquita, en cuyos alrededores es habitual encontrar presencia de integrantes del partido milicia chií libanés Hezbolá.
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