Fotoilustración: El Correo/asistida por IA

Maximiliam Krah, el político del amor

Perfil ·

Las 'boutades' del europarlamentario del partido ultraderechista alemán AfD amenazan su carrera política

Sábado, 22 de junio 2024, 18:04

El pasado siempre vuelve y hay lugares en los que, en realidad, nunca se ha ido. Permanece agazapado en monumentos, cicatrices sobre el territorio y divisiones sociales, tal y como sucede en la república germánica. Cualquier alusión a su experiencia totalitaria durante el siglo XX ... provoca inevitables fricciones y hay comentarios que, incluso, generan seísmos. Antes de las elecciones europeas, Maximilian Krah aseguró que no se podía condenar en masa a todos los miembros de las Waffen-SS, la organización paramilitar hitleriana. Con tales declaraciones, el cabeza de lista del partido Alternativa para Alemania (AfD) en las últimas elecciones europeas provocó un terremoto que llegó hasta Bruselas. Su grupo parlamentario resultó expulsado de la coalición Identidad y Democracia, en el que compartían posiciones radicales, pero de otro tipo, con Matteo Salvini y Marine Le Pen.

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La peripecia de esta formación de ultraderecha resulta curiosa. Su éxito en los recientes comicios, en los que obtuvo el segundo puesto, contrasta con la crisis interna sufrida por la desautorización que sufrió su número uno. Ante la imposibilidad de retirarlo de la plancha, se le impidió participar en actos públicos y él mismo renunció a su cargo en la junta ejecutiva federal. En cualquier caso, el escándalo no alteró las buenas previsiones. El partido ganó en los estados orientales y superó a los socialdemócratas en el cómputo nacional.

La extrema derecha se halla en la cresta de la ola, sobre todo en el centro del continente, e individuos como Krah, de 47 años, ejemplifican el perfil, la trayectoria y contradicciones de sus dirigentes. El caído en desgracia es un abogado nacido en Sajonia, cerca de la frontera con Polonia. Al principio, su carrera política presuponía una evolución tradicional. Tras una exquisita formación en Gran Bretaña y Estados Unidos, regresó a Dresde, donde abrió su bufete, e ingresó en el ala juvenil de la CDU, el gobernante partido democristiano.

La irrupción del AfD, hace una década, ha trastocado el escenario político del gigante teutón. Surgido como escisión de los conservadores, el partido ha ganado especial relevancia en la antigua Alemania Oriental y ha crecido mientras el discurso se radicalizaba. Sus postulados socioeconómicos ultranacionalistas han ido derivando hacia posturas contrarias al euro y la Unión Europea, el Islam y la inmigración, y negacionistas del cambio climático. Como otros correligionarios, Krah abandonó la formación moderada para sumarse a la iniciativa en 2016. Tres años más tarde se sentaba en la Cámara de Bruselas como portavoz de la organización.

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El éxito de nuestro protagonista también se acompañaba de una deriva hacia posiciones también extremas. Contrario a lo que denomina 'liberalismo de izquierdas' y las políticas de género, alienta medidas para el adelgazamiento del Estado y propugna la división de la población entre 'autóctonos' y aquellos con orígenes en el proceso migratorio. Además, el europarlamentario se muestra favorable al concepto de la familia tradicional. Él es padre de ocho hijos de tres mujeres diferentes y se considera católico practicante.

La polémica es, asimismo, otra seña de identidad de AfD desde su nacimiento. Los giros ideológicos han ido sembrando su desarrollo de víctimas. El economista Bernd Lucke, uno de sus fundadores, y el copresidente Jorg Meuthen se dieron de baja discrepando de su creciente radicalización. La Oficina Federal para la Protección de la Constitución ha llegado a estudiar su ilegalización tras declarar que su ala más derechista contravenía la ley fundamental.

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'El hombre de Huawei'

Además de con su verborrea extemporánea, la caída en desgracia de Krah se relaciona con la corrupción. El dirigente fue interrogado por el FBI acerca de cobros efectuados durante una visita a Estados Unidos el pasado mes de diciembre y que, al parecer, corrieron a cargo de Oleg Voloshin, conocido activista prorruso. Esa sintonía con el Kremlin no resulta excepcional. El AfD coincide con la extrema izquierda alemana en su rechazo a la defensa de Ucrania y boicoteó la reciente visita de Zelenski al Bundestag.

«Los hombres de verdad son patriotas. ¡Esa es la manera de encontrar una novia!», advierte a los más jóvenes

El vínculo con China resulta aún más flagrante, hasta el punto de que a este furibundo nacionalista se le llama 'el hombre de Huawei'. Hace cinco años, el líder visitó aquel país, invitado por la famosa empresa de telecomunicaciones, y el pasado 29 de mayo, un ex asistente, de origen oriental, fue detenido por espionaje a favor de Pekín. Antes, la policía belga había registrado tanto su oficina como la que ocupa su jefe en el complejo europeo en Bruselas, medidas que han alumbrado un escándalo ya conocido como 'Chinagate'. Alemania asiste a un encendido debate sobre la participación de componentes de dicha firma en su red móvil 5G.

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Todas esas sospechas no han calado en el electorado, que se ha dejado seducir por Krah, un hombre que no sólo cuestiona el pasado sino que, desde TikTok, apela a los votantes del futuro con lemas que mezclan el humor y mensajes contundentes. «No mires porno, no votes por el medio ambiente, sal al aire libre. Ten confianza», recomienda a los más jóvenes y sugiere no andarse con remilgos. «Y, sobre todo, no creas que tienes que ser amable y suave. Los hombres de verdad se mantienen firmes en la extrema derecha. Los hombres de verdad son patriotas. ¡Esa es la manera de encontrar una novia!». Posiblemente, sus seguidores son tan bisoños que se han dejado embaucar por un consejo erróneo y es que por todos es sabido que el amor y la virilidad nunca han hecho buenas migas con la política, ni siquiera en Alemania.

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