Volodímir Zelenski saluda a Emmanuel Macron en presencia de Mario Draghi y Olaf Scholz. SERGUÉI SUPINSKY / AFP

Los líderes europeos viajan a Ucrania para apoyar su candidatura inmediata a la UE

Macron, Scholz y Draghi escenifican la unidad comunitaria para garantizar a Zelenski ayuda hasta el final de la guerra

DARÍO MENOR

ROMA.

Viernes, 17 de junio 2022, 03:49

En un gesto con un fuerte valor simbólico, los líderes de Francia, Alemania e Italia, los tres países más importantes de la Unión Europea, viajaron ayer a Kiev, donde se reunieron con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y conocieron de primera mano la magnitud ... de la devastación provocada por la invasión rusa al visitar Irpin, una localidad a las afueras de la capital. Zelenski agradeció la «solidaridad» de estos tres países mientras su ministro de Defensa pedía nuevas armas para «reconquistar» el territorio ocupado por Rusia.

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La presencia de Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Mario Draghi en Ucrania pretende mostrar el apoyo europeo en un momento difícil del conflicto bélico por el avance de las tropas del Kremlin en la región de Dombás, al este del país. El viaje, además, tiene lugar a pocos días de la celebración de varios encuentros internacionales en los que puede decidirse la suerte de Ucrania: el Consejo Europeo, la reunión del G7 y la cumbre de la OTAN convocada a finales de mes en Madrid.

Después de que sus aviones aterrizaran anoche en el aeropuerto de Rzeszów, en el sureste de Polonia, Scholz, Macron y Draghi subieron a un tren que, tras once horas de viaje, les llevó hasta Kiev. Antes tuvieron que parar en la frontera, que cruzaron a pie, manteniendo después una reunión en el convoy que se prolongó hasta las dos de la madrugada. El encuentro tuvo lugar en el vagón reservado a Macron, cuya estancia era mucho más amplia que la de Scholz y Draghi, que se quejaron de que las suyas eran «básicas», una diferencia que el primer ministro italiano justificó por la condición del líder galo de presidente de turno de la Unión Europea.

A la llegada del tren a Kiev sonaban las alarmas antiaéreas, como es habitual desde el inicio de la invasión el pasado 24 de febrero, debido al riesgo de bombardeo ruso. «Hemos venido para mandar un mensaje de unidad a todos los ciudadanos ucranianos. Un mensaje de apoyo porque las próximas semanas serán muy difíciles», comentó Macron al bajar del convoy. El canciller alemán, por su parte, había dejado ya claro que su país está dispuesto a seguir ayudando a Ucrania durante el tiempo que sea necesario. «No solo queremos mostrar nuestra solidaridad, sino también garantizar que continúan las ayudas financieras, humanitarias y armamentísticas», dijo Scholz al diario 'Bild', afirmando que el sostén se mantendrá mientras continúe la «lucha por la independencia» de los ucranianos.

Concesiones

La unidad mostrada por los líderes de Alemania, Francia e Italia con su visita a Kiev manda también una señal al presidente ruso, Vladímir Putin, que «pensaba que iba a dividirnos, pero ha fracasado», como comentó hace unas semanas el primer ministro italiano. Junto a Macron y a Scholz, Draghi destacó durante la visita a Irpin la imperiosa necesidad de que se establezca cuanto antes un alto el fuego que permita retomar las negociaciones de paz.

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Aprovechó entonces el italiano para responder a Oleskjy Arestovych, consejero del presidente Zelenski, que antes de la llegada a Kiev de los tres líderes europeos había mostrado la preocupación porque la visita tuviera como objetivo forzar al Ejecutivo ucraniano para que hiciera alguna concesión que permita llegar a un acuerdo con Rusia que ponga fin a la guerra. «Temo que intentarán que se alcance una especie de Minsk 3», dijo Arestovych, haciendo referencia a los protocolos alcanzados en la capital de Bielorrusia en 2014 que 'congelaron' los enfrentamientos entre separatistas prorrusos y combatientes ucranianos en Dombás.

«He afirmado repetidas veces que debe ser Ucrania, y ningún otro, quien decida qué paz acepta. No puede ser una paz impuesta», señaló el primer ministro italiano, destacando que tampoco resultaría «sostenible» a medio y largo plazo un acuerdo que sea inaceptable para las autoridades y el pueblo de Ucrania. Al mismo tiempo, Draghi subrayó la importancia de rehabilitar las zonas devastadas por la guerra aunque todavía no se vislumbre un posible fin para el conflicto armado. «Reconstruiremos todo», prometió tras conocer de primera mano la situación en Irpin.

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Desde Moscú el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, reaccionó a la visita a Kiev de Scholz, Macron y Draghi con el deseo de que el viaje no sirviera solo para «llenar aún más de armas» Ucrania, lo que resultaría a su juicio inútil porque «alargará el sufrimiento de la gente y causará aún más daño al país».

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