José L. González
Viernes, 25 de febrero 2022, 21:45
Vasyl Kravets está pasando por un duro momento. El futbolista ucraniano del Sporting no ha ido hoy a entrenar, profundamente afectado por la situación que se vive en su país y que afecta directamente a su familia, que reside en Ucrania. Orgulloso de cómo se están comportando sus compatriotas, tiene claro dónde le gustaría estar ahora. «Si puedo ir, me voy. Tengo que hablar con el Sporting. Mi madre no me deja, mi mujer no me deja y tengo familia. Los hombres de entre 18 y 60 años tienen que ir a la guerra, por eso tengo que yo también», afirmó en la concentración en contra de la invasión rusa a Ucrania que se celebró esta tarde en el Náutico, en Gijón.
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El futbolista del Sporting sostiene que ha recibido el apoyo de todos los estamentos del club y que, por ahora, su papel dentro de esta guerra se limita a tratar de difundir información «veraz» ante las noticias falsas de Rusia, un país con el que Ucrania tiene malas relaciones desde hace muchos años. «Putin es un demonio, en 2022 empieza a atacar otro país. No lo entiendo», señala.
Vasyl Kravets quiso darle las gracias a todos los rusos que salieron a la calle para mostrar su rechazo a la guerra. «Están atacando todas las zonas del país. Ahora la peor situación está en Kiev, con los tanques y los aviones», afirmó.
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