La reina Isabel II recibió a la primera ministra británica, Liz Truss, en Balmoral este pasado lunes reuters / ATLAS

«Profunda preocupación» de los médicos por el estado de salud de Isabel II

La reina, de 96 años, permanece bajo «supervisión» clínica constante en la residencia escocesa de Balmoral, a donde ha acudido el príncipe Carlos, seguido de Guillermo

íñigo gurruchaga | Agencias

Corresponsal. Londres

Jueves, 8 de septiembre 2022, 14:08

Los médicos que cuidan a la reina Isabel II, que tiene 96 años, han manifestado «preocupación por su estado», tras el análisis que le habrían realizado esta mañana. Han decidido que se mantenga bajo supervisión médica en Balmoral, donde tradicionalmente pasa el verano. El comunicado oficial afirma que la reina está «confortable».

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Los problemas de movilidad que ha padecido en los últimos meses ya le impidieron viajar esta semana al Palacio de Buckingham para oficiar el cambio de jefes de Gobierno. Tanto el cesante, Boris Johnson, como la sustituta, Liz Truss, tuvieron que viajar a Escocia. La fotografía oficial mostraba a una reina más frágil de lo habitual.

Los cuatro hijos de la reina, el príncipe Carlos de Gales, la princesa Ana; el príncipe Eduardo, conde de Wessex; y el príncipe Andrés, duque de York, han viajado a la residencia de Balmoral para acompañar a su madre. También han acudido el príncipe Guillermo, duque de Cambridge y nieto de la monarca, y la duquesa de Cornualles, Camilla Parker Bowles. Asimismo, se les han unido el príncipe Harry, nieto de Isabel II, y su mujer, Meghan Markle.

La jefa de Gobierno, Liz Truss, ha señalado que «todo el país está profundamente preocupado». «Mis pensamientos, y los de toda la población en el Reino Unido, están con Su Majestad y con su familia en este momento», ha afirmado, con un tono de mayor gravedad que el del primer anuncio del Palacio. El ex primer ministro, David Cameron, se ha declarado también «profundamente preocupado».

La cadena BBC ha cambiado su programación y los presentadores ya lucen de luto. Asimismo, la web ha cambiado su color corporativo de rojo a negro.

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, que es la principal autoridad religiosa de la Iglesia anglicana ha manifestado sus oraciones y deseos de fortaleza para la monarca. Líderes políticos expresan un aluvión de mensajes similares. Sus pensamientos están con la reina y la familia, y rezan por ella. La cadena de anuncios y mensajes concuerda con los planes previstos para el momento del fallecimiento de la monarca.

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Comunicado

El comunicado del Palacio de Buckingham ha sido publicado después de que la reina, de 96 años, aplazara una reunión telemática con su Consejo Privado -que aglutina a asesores políticos de la monarca- después de que los médicos le aconsejasen descansar tras el «día completo» que tuvo el martes con el cambio de inquilino en Downing Street.

Dicho cambio de agenda se sumó a la lista cada vez más amplia de anulaciones de actos de Isabel II, siendo una de sus ausencias más simbólicas la que se produjo en la apertura de la sesión parlamentaria, cuando cedió a su hijo y heredero, el príncipe Carlos, la lectura del discurso del Gobierno.

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La reina tiene problemas de movilidad y, de hecho, recibió a Truss en su residencia de Balmoral y no en Londres como es tradición de cara a su nombramiento como primera ministra durante la jornada del martes. Las imágenes oficiales difundidas tras el encuentro con Truss muestran a Isabel II encorvada y con bastón.

La reina, que estuvo casada durante 73 años con el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, hasta su fallecimiento en abril de 2021, tiene cuatro hijos, ocho nietos y doce bisnietos. El orden de sucesión establece que el hijo mayor ascenderá al trono en caso de que el monarca muera o abdique, normas que fueron enmendadas en 2013 para garantizar que los hijos no tenían preferencia sobre sus hermanas mayores, en caso de haberlas.

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De esta forma, el príncipe Carlos es el heredero de la reina y actuaría como regente en caso de que el estado de salud de la monarca le impidiera llevar a cabo sus funciones, mientras que ascendería al trono en caso de fallecimiento. El segundo en la línea sucesoria es el príncipe Guillermo, mientras que el hijo mayor de éste, el príncipe Jorge, figura en tercer lugar.

La reina Isabel II es una monarca constitucional y, si bien es jefa de Estado de Reino Unido, sus poderes son simbólicos y ceremoniales y permanece neutral en el plano político. Asimismo, tiene entre sus competencias nombrar al Gobierno invitando al líder del partido que gane en las generales y disolver el Ejecutivo antes de los comicios.

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La monarca es además jefa de Estado de otros catorce países de la Commonwealth, un grupo que se redujo en 2021 después de que Barbados se convirtiera en una república. Varios países caribeños, entre ellos Antigua y Barbuda, Bahamas, Jamaica y San Cristóbal y Nieves han apuntado además su intención de seguir los pasos de Barbados.

Casi un año de preocupación

La salud de la monarca es motivo de creciente preocupación desde que el pasado octubre se supo que había pasado una noche hospitalizada para someterse a «pruebas» médicas cuya naturaleza nunca se precisó.

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Desde entonces ha reducido muy considerablemente su agenda, sus apariciones en público son cada vez más escasas y en ellas se la ve a menudo caminando con dificultad ayudada por un bastón.

En los últimos años, Isabel II ha tenido que capear la pandemia -contrayendo un covid que la dejó muy cansada-, la devastadora muerte de su marido Felipe -fallecido en abril de 2021 con casi 100 años- y las diversas crisis de la Familia Real. Entre ellas, el 'Megxit', la mudanza de Enrique y Meghan a Estados Unidos, desde donde acusaron a la realeza de ser insolidaria y racista, cuestiones que la soberana prometió tratar «en privado».

También el escándalo protagonizado por Andrés, considerado su hijo favorito, que tuvo que abandonar la vida pública debido a su amistad con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de explotar sexualmente a menores.

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En junio, Reino Unido celebró por todo lo alto el Jubileo de Platino, el 70º aniversario de la llegada al trono de Isabel II, quien cada vez delega más funciones oficiales en el príncipe Carlos.

El martes la monarca había recibido en Balmoral al primer ministro dimisionario Boris Johnson y a su sucesora a la cabeza del Partido Conservador, Liz Truss, a la que encargó formar gobierno como nueva líder de la mayoría parlamentaria. Una imagen del acto difundida por el Palacio de Buckingham provocó inquietud porque la mano de la reina aparecía inusualmenta amoratada.

Por primera vez en su largo mandato Isabel II había decidido quedarse en Balmoral en lugar de regresar a Londres, donde suele tener lugar la transición, debido a sus problemas de salud.

El miércoles por la noche, la casa real había anunciado que la monarca decidió posponer un acto en línea después de que sus médicos le aconsejaran descansar.

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Isabel II estuvo prácticamente ausente de las celebraciones de su jubileo de platino, en que apareció sólo dos veces brevemente en el balcón del Palacio de Buckingham para saludar a las decenas de miles de personas allí reunidas.

Sin embargo, unas semanas después participó en varios actos públicos en Escocia, apareciendo sonriente y con un bastón en un desfile de las fuerzas armadas en Edimburgo a finales de junio.

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