El grito de Asturias contra la guerra: «Por favor, Rusia, para»

Relatos terribles de soledad, de incertidumbre y de mucho miedo porque la gran parte de los asistentes tienen a familiares en el país que vive «una guerra incomprensible» a la que todos ha pillado por sorpresa.

Historias como la de la ucraniana Tatiana González, casada con un gijonés y que desde hace un año se vivieron a vivir aquí. Antes, nacieron sus dos hijos, Aurora, de tres años, y Daniel, de seis. Ambos ondeaban la bandera ucraniana ajenos a la dimensión de los acontecimientos. Porque su padre, Roberto, se fue en enero para resolver unos asuntos laborales y no ha podido volver. «Estoy sola, no conozco a nadie aquí, no sé hablar español, y no sé qué tengo que hacer».

La suya es una imagen del dolor que también se reflejaba en todos los rostros presentes en una concentración. «A veces no sé qué decir, porque cuando te encuentras frente a una persona que llora, ¿qué haces? Solo puedes abrazarla y estar con ella», reconocía Esteban, capellán de los ucranianos de Oviedo.

'Putin, fuera de Ucrania'; 'Ucrania, estamos contigo'; 'Madres de todos los países contra la guerra' fueron algunas de las pancartas que se exhibieron, junto a banderas, globos con los colores de la bandera ucraniana y muchos lazos en las solapas.

Un minuto de silencio por los fallecidos, «a los que se sumarán muchos más», se afirmó. Poemas improvisados y un himno de Ucrania cantado por todos los presentes puso el cierre a más de una hora de agradecimientos, lágrimas y recuerdos de solidaridad, «muy importantes pero insuficientes para lo que aún está por llegar».