«Ni la gente de aquí se explica las palabras de López Obrador», dicen los asturianos en México

«Ni la gente de aquí se lo explica. No se entiende que ahora el tema vuelva a la palestra y todo apunta a que es una técnica de distracción. La verdad es que en México a los españoles nos dan un trato magnífico y algunos incluso se han acercado para disculparse por las palabras de su presidente», afirma Álvaro Fuentes, un gijonés afincado en la capital del país por motivos laborales.

La situación de López Obrador al frente del Gobierno mexicano, según explica, no pasa por su mejor momento. Polémicas como la fallida construcción del aeropuerto en Texcoco o el desabastecimiento de hidrocarburos a comienzo de año han penalizado la popularidad del presidente. «La carta se podría entender en esa clave ya que, según me comentan muchas personas naturales de aquí, Obrador prometió muchas cosas que le está costando cumplir. Los españoles aquí siempre hemos sido bien recibidos», asevera Fuentes.

De cara al futuro, reconoce, la incertidumbre sobre un aumento de las asperezas entre los dos países se hace cada vez más probable. «Aunque esperemos que no vaya a más y la cosa se enfríe. De todas formas sí que hay algo de dudas sobre una posible escalada de la tensión. Los problemas diplomáticos, al final, acaban repercutiendo en la población emigrante que se encuentra como nosotros entre los dos países. Hay que dejar atrás mensajes populistas y centrarse en lo que de verdad importa», concluye.

El joven Antón Aguirre, de 23 años, también es otro de los representantes asturianos en el país americano. Residente en México DF y León, en función de las necesidades laborales, trabaja como consultor en una empresa norteamericana. A su juicio, la percepción generalizada es que López Obrador escribió e hizo pública la misiva para «ganarse el favor» de los indígenas.

«Pero a la hora de la verdad no se lo cree nadie, es una medida con fines electorales y de popularidad. En el trabajo muchos compañeros mexicanos se lo toman a risa y te piden disculpas por los crímenes con guasa. No es un debate que esté ahí», explica Aguirre. En general, y en la misma línea de lo expresado por Fuentes, el español es tratado con «cariño y cortesía» en México. Al igual que el resto de extranjeros que se instalan en el país centroamericano. Como ejemplo sirve el término puramente mexicano de malinchismo, que hace referencia al trato favorable de personas y elementos de culturas foráneas por el mero hecho de serlo.

«La percepción es que no va a haber problema en las relaciones a corto o medio plazo. Se intentó centrar ahí el debate público y como no salió muy bien imagino que el tema se dejará pasar de largo», concluye Aguirre. En el plano económico, según apunta, las empresas con las que tiene que tratar, provenientes de muchos países, lamentan que las últimas medidas del presidente hayan generado «incertidumbre» en el país: «Y eso para invertir siempre es malo».