Agentes trasladan a Daniela Klette, detenida a finales de febrero en un barrio de la capital alemana. Wolfgang Rattay/Reuters

La presunta terrorista Daniela Klette guardaba un arsenal en su casa de Berlín

La antigua miembro de la Fracción del Ejército Rojo, la RAF, fue arrestada hace una semana y en el registro de su vivienda aparecieron un lanzagranadas, munición en varios táper, 40.000 euros en efectivo y más de un kilo de oro

Juan Carlos Barrena

Corresponsal. Berlín

Viernes, 8 de marzo 2024, 16:40

Daniela Klette, presunta terrorista 'jubilada' de la Fracción del Ejército Rojo (RAF) detenida el pasado 28 de febrero, guardaba todo un arsenal en su pequeña vivienda de protección oficial de tan solo 40 metros cuadrados en el barrio berlinés de Kreuzberg, donde había conseguido pasar ... desapercibida durante los últimos años tras más de tres décadas en la clandestinidad. Además de un lanzagranadas anticarro con su proyectil, la Policía encontró en el ropero de la mujer, de 65 años, un fusil Kalashnikov y su munición guardada en varios táper. Los agentes que registraron minuciosamente el piso situado en la quinta planta de un bloque residencial hallaron en el doble fondo de otro armario una pistola automática con dos cargadores llenos y 40.000 euros en efectivo, revela este viernes 'Spiegel Online'. En una cómoda escondía además 1,2 kilos de oro.

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La mujer componía junto a Burkhard Garweg y Volker Staub, ambos en intensa busca y captura y en paradero desconocido, el último comando conocido y en libertad de la RAF. Los tres formaban parte de la llamada «tercera generación» de la organización terrorista fundada en 1970 por Andreas Baader y Ulrike Meinhof. La captura de Klette podría ayudar a desvelar los secretos de la última era de la Fracción del Ejército Rojo, de la que se desconocen sus estructuras, su número real de miembros y muchas de sus identidades, aunque la banda se disolvió con un comunicado que emitió en 1998. La mayoría de los crímenes que cometieron se encuentra sin resolver, como el asesinato del presidente del Deutsche Bank Alfred Herrhausen en 1989 y en 1991 el de Detlev Karsten Rohwedder, máximo responsable de la sociedad fiduciaria pública que liquidó las empresas e industrias de la extinta RDA.

Luz en esos interrogantes podrían aportar dos maletas halladas en la vivienda de Klette, en las que la Policía pensó inicialmente que había artefactos explosivos. En su interior aparecieron un inhibidor de frecuencias, varios teléfonos móviles y numerosa documentación relacionada con la RAF, además de un documento italiano de identidad falso a nombre de Claudia Bernadi, nacida el 12 de noviembre de 1963, por quien se hizo pasar la presunta terrorista durante el tiempo que se refugió en el barrio berlinés de Kreuzberg. Los investigadores han comprobado además que la pistola de 9 milímetros de la marca Heckler & Koch que guardaba Klette procede de un espectacular robo a una tienda de armas en la localidad palatina de Maxdorf en 1984, donde dos terroristas de la RAF sin identificar aún se hicieron con 22 pistolas, dos escopetas repetidoras y 2.800 cartuchos y balas de munición.

Grupo de chat

El arsenal sirvió para armar a la tercera generación de la RAF y una buena parte de ello ha ido apareciendo con el tiempo en manos de presuntos terroristas alemanes e incluso de la organización radical francesa Action Directe, con la que al parecer mantuvieron estrechos contactos en la década de los ochenta. El registro en la vivienda de Klette, que este jueves fue presentada ante un juez del Tribunal Supremo alemán que confirmó su ingreso en prisión preventiva como sospechosa de participar en varios atentados, reveló además que hasta poco antes de su detención mantenía estrecho contacto con su compañero de comando Garweg, con el que intercambiaba mensajes en un grupo de chat en el que este se hacía llamar Martin y con el que se encontraba al parecer con relativa frecuencia en Berlín. Klette tenía en su móvil varias fotografías de él, que acabaron conduciendo a la Policía a su escondite. El teléfono de Garweg fue desconectado el día del arresto de Klette.

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La Policía alemana espera esclarecer tras el arresto de Klette los crímenes cometidos por la llamada tercera generación de la RAF

Burkhard Garweg, alias Martin Becker, residía en los últimos tiempos en una colonia alternativa de izquierdas en un antiguo polígono industrial en el corazón de Berlín ocupado con caravanas y remolques industriales convertidos en viviendas sobre ruedas. Artistas bohemios, activistas medioambientales, punks y hippies eran sus vecinos, que desconocían al parecer el pasado del presunto terrorista. Cuando la Policía rodeó y entró en el recinto en el barrio de Friedrichshain el domingo pasado, él ya había huido. Entre tanto se ha sabido que el hombre, de 55 años, era conocido en otros lugares del barrio, donde al parecer atendía a una anciana de 80 años, para la que hacía las compras y a la que visitaba con frecuencia. Su vivienda también fue registrada un día después, al igual que la de una presunta compañera sentimental, que declaró haberse separado de él hace tiempo. El allanamiento por los agentes el martes de una residencia de estudiantes de 21 pisos en la plaza Franz Mehring tampoco dio resultados.

En pleno acoso y operación de busca y captura, la Fiscalía de Verden en la Baja Sajonia, encargada del caso, pidió públicamente a Garweg que se entregara para evitar un enfrentamiento con derramamiento de sangre con la Policía. Acusa a Garweg, Klette y Staub de al menos seis asaltos a transportes blindados de dinero y supermercados cometidos entre 1999 y 2016 en el oeste de Alemania, con los que el trío de 'jubilados' de la RAF ha financiado las últimas décadas su vida en la clandestinidad. La caza de Garweg sigue en marcha, aunque las autoridades temen que haya conseguido huir al extranjero. Del paradero de Staub, el mayor de los tres, con 70 años, no hay al parecer pista alguna. Condenado en 1986 a cuatro años de cárcel por varios delitos terroristas, regresó a la clandestinidad después de cumplir la pena y nada más ser liberado.

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Fotos de Burkhard Garweg y Ernst-Volker Staub difundidas en 2016 por la Oficina Estatal de Investigaciones Criminales de Baja Sajonia. AFP

Daniela Klette ha sido formalmente acusada de pertenencia a banda armada y atentados terroristas. En febrero de 1990, un comando de la RAF aparcó un automóvil con 45 kilos de explosivo junto a una filial del Deutsche Bank en Eschborn, en el céntrico estado de Hesse. Si no llega a fallar el mecanismo de activación, los investigadores creen que el coche bomba habría matado a los vigilantes del banco. Un año después un comando de la RAF realizó al menos 250 disparos contra la embajada estadounidense en Bonn y en marzo de 1993, un comando de la organización voló por los aires con varias cargas explosivas una cárcel en construcción en Weiterstadt, también en Hesse. Fue el último atentado conocido de la RAF. En los tres casos la Policía encontró rastros de ADN de la última detenida de la banda armada.

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