Starmer lanza un plan para cinco años con mejoras en economía, seguridad, educación y vivienda

El líder laborista comprometió a su Gobierno a que durante su mandato la población británica verá que aumenta su renta disponible y la descarbonización de la red eléctrica en 2030. El 75% de los niños menores de cinco años llegarán preparados para la escuela primaria. Se reclutarán 13.000 policías de vecindario. Se construirán 1.5 millones de viviendas y el 92% de los pacientes con cita de un especialista estaría en tratamiento en 18 semanas.

Starmer y su ministra de Economía y Hacienda, Rachel Reeves, habían situado el aumento del crecimiento de la economía como la principal función de este Gobierno. Establecieron como objetivo el de tener el mayor crecimiento del PIB en el G7. Pero la evolución de la economía en los últimos meses no ha dado cifras optimistas. El primer ministro gira hacia cuestiones más concretas.

La ambición del discurso parece enfocada hacia la gran masa de población que «siente una impaciencia creciente con la política tradicional», según las palabras de Starmer, que rechaza «las soluciones sencillas que propone el populismo» y reconoce que «esta política no está produciendo lo que quiere la gente. El lema de su largo razonamiento televisado era «plan para el cambio». Uno de los más famosos periodistas económicos de la televisión recordó a Starmer que la renta disponible de los hogares británicos (el dinero que queda tras el pago de impuestos) ha aumentado todos los años desde 1948 e incluyendo el tiempo de la pandemia.

El líder laborista ha ofrecido sinceridad porque, según él, está comprometiendo a su Gobierno para que cumpla unos objetivos tan complejos. Por ejemplo, el afán de construir más viviendas ha sido enarbolado por sucesivos Ejecutivos, pero no lo han logrado por obstáculos de planeamiento, falta de trabajadores o las dudas de los constructores sobre el marco en el que tendrán que operar.

Los periodistas preguntaron a Starmer por qué no había incluido la inmigración en la lista de sus seis hitos y el primer ministro contestó con una respuesta burocrática. El ámbito de la inmigración lo considera un elemento de la seguridad básica que tiene que ofrecer el Estado. Quiere reducir el número de inmigrantes legales e ilegales, y quiere reducir los botes que cruzan el canal de la Mancha, pero esa tarea es un servicio elemental. De paso, Starmer se ahorra dar cifras.

En Gales, la crisis del Partido Conservador moviliza estos días al Partido Reform, liderado por Nigel Farage, para apoderarse políticamente de la región. El discurso de Starmer no parece suficiente para acabar con la carcoma que corroe el sistema político británico.