El Ejército ruso recupera los bombardeos diurnos sobre Kiev

Las redes sociales mostraron fotografías de coches dañados por los trozos de los misiles y drones, entre ellos una mujer que iba conduciendo y que vio el cristal frontal de su vehículo hecho añicos. No se facilitó información de posibles víctimas del ataque. El jefe de la Administración Militar kievita, Sergui Popko, dijo que «todos los objetivos aéreos –en total once, según el Ejército- fueron derribados por las fuerzas de defensa antiaérea». Aseguró que la caída de escombros en los tres barrios mencionados «no ha causado daños de carácter crítico».

Por su parte, el portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana, Yuri Ignat, señaló que este último ataque contra Kiev, «fue llevado a cabo desde el norte». Aclaró que «preliminarmente, se trata de misiles Iskander, que tiene dos modificaciones, la M balística, y la K de crucero. Cuál de las dos fue utilizada lo comunicaremos más tarde».

Esta mañana, fue bombardeada también la región de Dnipró. Según el jefe de su Administración Militar, Sergui Lisak, hay una mujer muerta y «los impactos golpearon la localidad de Pokrov en la región de Sinelnikovski, en donde una casa quedó destruida mientras en su interior nueve personas resultaron heridas, entre ellos un niño de 11 años». La región de Chernígov, según el Ejército ucraniano, logró abatir los cohetes atacantes gracias a la defensa antiaérea, así como también en Zaporiyia.

Bajo el fuego estuvo este lunes igualmente el poblado de Kovsharovka, en la región de Járkov, con un balance de cinco heridos, tres ancianos, una mujer embarazada y un niño de 10 años, según datos de la Administración local. Hubo además un muerto en la localidad de Toretsk, en la región de Donetsk, y ocho heridos al caer sobre una gasolinera una bomba FAB-250 arrojada por la aviación rusa, afirmó la Fiscalía General de Ucrania. Un segundo proyectil causó desperfectos en un edificio administrativo, en una oficina bancaria y en varios vehículos aparcados. Una persona sufrió heridas leves.

Horas antes, durante la noche y la madrugada, Rusia bombardeó también distintas zonas de Ucrania con Kiev como principal objetivo, contra instalaciones militares e infraestructuras clave, sin embargo, según el comandante en jefe del Ejército ucraniano, el general Valeri Zaluzhni, se consiguió derribar la mayor parte de los misiles y drones disparados. «Fueron lanzados 40 misiles de crucero X-101/X-555 desde nueve bombarderos estratégicos Tu-95MS, en vuelo en la región del mar Caspio. Además, el enemigo atacó Ucrania con 35 aparatos volantes no tripulados Shahed-136/131 desde las direcciones norte y sur». De ellos, indicó, fueron «destruidos 37 cohetes de crucero, 29 drones y un aparato de reconocimiento aéreo».

Según el general Zaluzhni, las fuerzas armadas ucranianas abatieron un total de 67 objetivos. El Estado Mayor subrayó el propósito de Moscú de destruir especialmente instalaciones castrenses. Tal ha sido el caso de un aeródromo en Jmelnitski. Según la Administración Militar regional, «se produjeron incendios en los depósitos de combustible, lubricantes y en un almacén de objetos de valor destinados para su uso en combate. Además cinco aviones quedaron fuera de servicio y ahora se han iniciado los trabajos de restauración de la pista».

Por otro lado, el gobernador de la región rusa de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, denunció este lunes a través de su cuenta de Telegram nuevos ataques ucranianos contra varias localidades de su demarcación, una de ellas Shebékino, situada a escasos kilómetros de la frontera. Según Gladkov, «dos empresas industriales fueron atacadas en Shebékino. Como resultado del bombardeo, cuatro personas resultaron heridas. En el pueblo de Nóvaya Tavolzhanka, las líneas eléctricas resultaron dañadas, lo que ha dejado sin luz a Tavolzhanka y también a los pueblos de Shámino y Arjánguelskoye». Agregó que «en el pueblo de Kozinka, distrito de Graivoronski –escenario de la incursión de partisanos de hace una semana-, hubo un impacto en el edificio de un hotel y en un servicio de lavado de coches, provocando un incendio».

Gladkov sugirió que Rusia se anexione la región ucraniana de Járkov como forma de evitar que se repitan los ataques, propuesta que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se negó a comentar.