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Tras dos espectaculares operaciones policiales infructuosas en las últimas 48 horas en Berlín para detener a uno de los últimos presuntos terroristas de la Fracción del Ejército Rojo (RAF) en la clandestinidad, la Fiscalía de la ciudad alemana de Verden apeló este lunes a Burkhard ... Garweg, de 55 años de edad y prófugo desde hace más de 30, para que se entregue voluntariamente a las autoridades. «Debe acudir a la comisaría más próxima y entregarse», dijo Koray Freudenberg, portavoz de la Fiscalía de Verden. «No tiene ya donde refugiarse, donde poder ocultarse, tiene que encontrarse bajo una enorme presión y queremos evitar que haya una confrontación con la Policía», añadió el representante de la acusación pública en declaraciones a Spiegel Online.
Unidades especiales de la Policía alemana asaltaron en la mañana de este domingo un campamento alternativo de caravanas y remolques industriales convertidos en viviendas en un antiguo polígono industrial en el barrio berlinés de Friedrichshain. Los agentes descubrieron en uno de los remolques la que había sido hasta entonces la residencia habitual de Garweg, pero había huido antes de la llegada de los agentes. Horas después, en la noche del domingo, las fuerzas del orden procedieron al registro de una vivienda en el mismo barrio donde se sospechaba que podría haberse ocultado el antiguo activista de la RAF, pero tampoco tuvieron éxito. El presunto terrorista había conseguido escapar de nuevo.
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Juan Carlos Barrena
«Se encuentra realmente a la fuga» y prácticamente sin un entorno que le apoye o ayude a esconderse, señaló el portavoz de la Fiscalía de Verden, en el Estado de la Baja Sajonia, encargada del caso y cuyas investigaciones condujeron la pasada semana a la detención en Berlín de Daniela Klette, de 65 años. Junto a Ernst Volker Staub, de 69 años y en paradero desconocido, Klette y Garweg son los últimos tres presuntos terroristas de la RAF en la clandestinidad desde hace más de 30 años. Tras la disolución de la organización en 1998, habían conseguido hasta ahora dar esquinazo a la Policía. Los llamados «jubilados de la RAF» por su ya avanzada edad habían financiado en las últimas décadas su vida clandestina con el asalto a varios furgones blindados para el transporte de dinero en los que consiguieron robar varios millones de euros.
«Estamos muy cerca de detenerle», aseguró el portavoz de la Fiscalía alemana, quien confirmó que Garweg había vivido oculto «con muy alta probabilidad» durante una larga temporada en el campamento alternativo en el interior de un remolque convertido en vivienda, que fue retirado del lugar tras el operativo policial y que es actualmente registrado minuciosamente por especialistas.
Marco Langner, vicepresidente de la Policía berlinesa, comunicó este lunes a la comisión de Interior parlamentaria de la ciudad-estado de Berlín que la operación de búsqueda de Garweg y Staub en la capital alemana continuará de manera intensa los próximos días, pero no quiso dar detalles sobre la misma para no poner sobre aviso a los presuntos terroristas. La caza de Garweg se intensificó tras la publicación en los medios de varias fotografías recientes del presunto terrorista halladas al parecer en el registro de la vivienda de Daniela Klette.
Klette vivía desde hace varios años y hasta su detención con falsa identidad en un piso en el barrio de Kreuzberg, donde hacía vida normal sin que su entorno conociera su pasado. Las imágenes de los carteles de busca y captura del trío de presuntos terroristas tenían hasta ahora más de 30 años, con excepción de unas tomadas de las grabaciones de vídeo de cámaras de seguridad de los dos varones en los atracos que protagonizaron, pero de pésima calidad. En las nuevas y recientes fotos de Garweg puede vérsele jugando con perros o comiendo un plato de pasta. Sobre la base de esa imágenes la Policía ha difundido fotos del huido manipuladas informáticamente con calva, gafas o una gorra, por si hubiese cambiado su aspecto para dificultar su identificación.
Klette, Garweg y Staub, supuestos miembros de la llamada «tercera generación» de la RAF, son buscados por su participación en varios atentados, pertenencia a organización terrorista y posesión ilegal de armas. Pero también por varios asaltos a furgones blindados para el transporte de dinero cometidos entre 1999 y 2016 en los Estados federados de Renania del Norte-Westfalia y Baja Sajonia. Por esos delitos están igualmente acusados de intento de asesinato, ya que durante los atracos hicieron uso de sus armas de fuego para intimidar a los guardas de seguridad que viajaban en los vehículos.
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