La oposición presentó este viernes dos mociones de censura en la Asamblea Nacional para tratar de hacer caer al Gobierno francés. Lo hizo en respuesta al 'decretazo' presentado el jueves por la primera ministra, Élisabeth Borne, para aprobar la controvertida reforma de las pensiones del ... presidente, Emmanuel Macron, sin someterla al voto de los diputados. Ambas serán votadas el lunes tras un fin de semana que se anuncia socialmente caliente en las calles por las protestas contra el uso del artículo 49.3 de la Constitución que permite sortear a la Cámara baja.
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Tras constatar que no tenía votos suficientes para refrendar su proyecto de subir la edad de jubilación de 62 a 64 años, Macron prefirió recurrir a este mecanismo en vez de jugársela y ver cómo su reforma estrella era rechazada por los diputados.
«Quien siembra el caos, recoge la censura», escribió en Twitter Mathilde Panot, líder del grupo parlamentario de La Francia Insumisa, quien denunció «la brutalidad democrática y social» de Macron a sabiendas de que la gran mayoría de franceses se opone a retrasar el retiro.
El 'decretazo' de Macron ha abierto una crisis política. Si la moción de censura es aprobada, la primera ministra debería dimitir y el presidente, casi con total seguridad, se vería obligado a disolver la Asamblea Nacional y convocar nuevas elecciones legislativas.
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La primera moción de censura ha sido presentada por el grupo parlamentario Libertades, Independientes, Ultramar y Territorios (LIOT). Cuenta con el apoyo de los diputados de la Nupes, la alianza de partidos de izquierdas integrada por La Francia Insumisa, el Partido Socialista, Europa Ecología-Los Verdes (EE-LV) y el Partido Comunista.
«El voto de esta iniciativa permitirá superar una crisis política profunda», aseguró Bertrand Pancher, líder de LIOT, un pequeño grupo formado por veinte diputados regionalistas y centristas. «Votar esta moción de censura es votar contra la reforma de las pensiones y contra el Gobierno», afirmó Nupes en un comunicado.
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287
diputados tendrán que votar a favor de cualquiera de las dos mociones de censura para que caiga el gabinete de Borne. La llave está en manos de la derecha moderada de Los Republicanos, que afronta la jornada con división en su seno.
La segunda iniciativa contra el Ejecutiva viene de la mano de Reagrupación Nacional, el partido de extrema derecha de Marine Le Pen. «Mientras los franceses manifiestan masivamente su oposición a esta reforma, la representación nacional no ha podido en ningún momento votar este texto», lamentó la formación en un comunicado. Esta moción no tiene ninguna posibilidad de ser aprobada, ya que los diputados de otros partidos no suelen apoyar ninguna acción de los ultraderechistas.
Por la tanto, el único texto que tiene algunas posibilidades de prosperar sería el liderado por LIOT, pero tampoco está claro que vaya a reunir los votos suficientes. Según la Constitución, sólo se consideran los apoyos porque no se puede votar en contra. Para su adopción se necesita la mayoría absoluta, que en estos momentos está en 287 diputados. Esta cifra únicamente se alcanzaría con todos los representantes de Nupes, de Reagrupación Nacional y de LIOT, y 27 de los 61 miembros de Los Republicanos, la derecha moderada. La ultraderecha ya ha garantizado su respaldo aunque hayan presentado ellos otra moción.
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La oposición presiona a Los Republicanos para conseguir su ayuda. «Se buscan diputados dispuestos a echar al Gobierno de Borne. Cualidades requeridas: (un poco de) valentía, (un poco de) coherencia, (un poco de) conciencia social y oponerse a Emmanuel Macron», escribió con sorna en Twitter el diputado ultraderechista Sébastien Chenu. Plancher, líder del grupo LIOT, instó, por su parte, a los diputados de Los Republicanos contrarios a la reforma de las pensiones a «no tener miedo».
Éric Ciotti, presidente de Los Republicanos, dijo el jueves que para «no añadir más caos al caos» su partido no apoyará ninguna moción de censura. Sin embargo, los diputados conservadores están divididos. De momento, hay siete rebeldes dispuestos a votar a favor, según BFMTV. De hacerlo, se llegaría a los 264 votos, un número insuficiente. Esta formación también suele llevar la reforma de las pensiones en su programa electoral, pero el proyecto de Macron es muy impopular. Dos de cada tres franceses lo rechazan, según los sondeos. El 'decretazo' de Macron también ha echado más leña al descontento social. Los sindicatos instaron este viernes a los ciudadanos a multiplicar las acciones este fin de semana en diferentes sectores. El Gobierno teme que las protestas se vuelvan violentas, tal y como ocurrió el jueves en París. Los manifestantes más radicales destrozaron mobiliario urbano y quemaron montañas de basura acumuladas en las calles de la capital por la huelga de los servicios de recogida.
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La intersindical ha convocado para el próximo jueves una gran manifestación, la novena desde que comenzaron las protestas el 19 de enero. «La lucha continúa», advirtió la Confederación General del Trabajo (CGT).
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