Los buzos han rescatado ya cinco cadáveres de los restos del 'Bayesian', hundido en Sicilia

Los fallecidos que han sido identificados son, según la prensa italiana, Jonathan Bloomer, presidente del banco Morgan Stanley International; su mujer, Judy; el abogado Chris Morvillo; su esposa, Nada; y el magnate Mike Lynch, conocido como el 'Bill Gates británico'. También se ha informado sobre la localización del cuerpo de Hannah Lynch, de 18 años e hija del multimillonario, dentro del barco. Sin embargo, existen discrepancias sobre si los rescatistas han logrado llegar hasta él. El equipo de salvamento no se ha pronunciado oficialmente sobre si el operativo ha quedado concluido.

A todos ellos se suma el cadáver del cocinero de la embarcación, descubierto el mismo lunes tras el naufragio. El balance del siniestro se elevaría así a quince supervivientes y siete fallecidos, aunque oficialmente, de momento, son seis a la espera de la recuperación del cuerpo de Hanna Lynch. Mientras, las autoridades sicilianas y un equipo especial de investigadores, expertos en naufragios, intentan averiguar las causas del hundimiento del superyate. El 'Bayesian', un barco imponente que destacaba por su enorme mástil, estaba considerado uno de los más seguros del mundo.

El problema de la profundidad a la que está el pecio, cincuenta metros, es que deja muy poco margen de tiempo a los submarinistas para permanecer sumergidos. Y tiempo es precisamente lo que han necesitdo todos estos días en la búsqueda de los cuerpos. El interior del yate tiene el lujo de un trasatlantico de alta gama. El exceso de mobiliario y la estrechez de la escalera interior han aumentado las complicaciones de una inspección que continúa y que también busca señales del accidente. Estos trabajos se desarrollan con el auxilio de un potente robot especializado operado por control remoto.

Debido a una tromba marina, el buque se fue a pique en alrededor de 60 segundos, como puede verse en una de las cámaras de seguridad de una vivienda situada a unos 200 metros del lugar donde tuvo lugar el naufragio, frente al puerto de Porticello. Los familiares no han perdido en ningún momento la esperanza de que alguno de los desaparecidos hubiera sobrevivido en una bolsa de aire dentro del pecio. Pero los submarinistas de la Guardia Costera y de los Bomberos que participaban en las operaciones de rescate lo consideran muy improbable.

Fuentes cercanas al caso señalaron que el barco tenía un punto de reunión en casos de emergencia, pero presumiblemente nadie estaba en él, lo que refuerza la tesis de que los invitados fueron sorprendidos por la tromba. El hecho de que el barco se inclinara rápidamente pudo hacer que las puertas de los camarotes se cerrasen de golpe y fuera imposible abrirlas por la presión y su propio peso. Los cuerpos fueron encontrados en los habítaculos entre amasijos de muebles y colchones, afirma un sitio web siciliano.

El 'Bayesian', de bandera británica y 54 metros de eslora, transportaba 22 personas: 10 tripulantes y 12 viajeros. 15 de ellos pudieron ser rescatados tras naufragar en la madrugada del lunes debido al temporal que azotó la zona. Poco después del incidente se recuperó el cuerpo sin vida del cocinero. A bordo del velero festejaban la reciente victoria de Lynch en su larga lucha en los tribunales estadounidenses contra el coloso tecnológico Hewlett-Packard. El barco era propiedad de la esposa de este multimillonario, Angela Bacares, quien ha sobrevivido a la tragedia.

La Justicia italiana intenta esclarecer si el naufragio fue consecuencia sólo de las inclemencias meteorológicas o pudo haber alguna negligencia humana. Los investigadores, guiados por el fiscal Ambrogio Cartosio, ya han tomado declaración a los supervivientes, comenzando por los tripulantes, entre ellos el capitán, Jamex Catfield, al que interrogaron durante dos horas. De 51 años y nacionalidad neozelandesa, cuenta con larga experiencia al comando de embarcaciones de lujo, como el 'Bayesian'.

Además del exagerado tamaño del mástil del yate, que con sus casi 73 metros estaba considerado como el más alto del mundo fabricado en aluminio, también pudo influir en el hundimiento el hecho de que el buque, cuando llegó la tromba marina, tuviera parcialmente alzada su quilla, de 7,5 metros de longitud, que ejerce precisamente de contrapeso. Según pudieron comprobar los buzos de los equipos de rescate, estaba levantada más o menos a la mitad, lo que habría facilitado el naufragio. Habría sido igualmente fatal el hecho de que uno de los portones del velero permaneciera abierto, según algunas informaciones, provocando que entrara agua en la nave cuando se inclinó hacia un costado con el primer golpe de viento.

Las hipótesis apuntan a que la rotura del mástil pudo ser uno de los principales detonantes del naufragio, pero un medio italiano ha señalado que se encuentra intacto, según las imágenes del robot. Un ingeniero de la empresa constructora del 'Bayesian' ha sugerido que el naufragio quizá no fue tan inmediato como se baraja, sino que pudo anegarse por la entrada de agua a través de algún portillo abierto. El mismo experto, después de revisar las imágenes del vídeo del accidente, ha explicado que las luces del mástil parecen apagarse de repente. Pero queda intacta la lámpara superior, que se alimenta con una batería independiente. Es decir, el sistema eléctrico pudo cortocirtuitar y dejar al yate sin energía.

Para confirmar las causas del naufragio resultará de enorme valor la información obtenida por los submarinistas de la Guardia Costera y de los Bomberos. Entre ellos hay un grupo de buzos con amplia experiencia en esta situaciones, ya que participaron en las operaciones de búsqueda tras el hundimiento parcial del crucero 'Costa Concordia' en enero de 2012 frente a la isla del Giglio, en la región italiana de Toscana. 32 personas perdieron la vida en aquella tragedia.

Angela Bacares, la mujer del multimillonario fallecido, permanece en Porticelli, al norte de Silicia, en cuyas aguas había anclado el superyate. Al balneario de Santa Flavia, en la misma zona, se ha trasladado la cúpula directiva de Morgan Stanley International, tras conocer que el presidente del banco de inversiones Jonathan Bloomer y su esposa habían sido víctimas del naufragio. Luego, existe un lado oscuro inherente en los últimos años a las tragedias populares. Numerosos turistas se acercan al lugar para grabar vídeos y hacerse selfies junto al lugar donde hace menos de cuatro días murieron siete personas en un horrible hundimiento.