Un ministro acusado de corrupto sale libre tras pagar 1,8 millones de fianza en Ucrania

La situación no deja de ser rocambolesca. El ministro redactó el jueves su renuncia al cargo, pero ésta debe ser ratificada por el Parlamento, según el abogado del político. Como todavía no ha sido formalizada y Solski está de momento en libertad, podría regresar al frente del ministerio, al menos hasta que se confirme su dimisión. Todo ello pone en apuros al presidente Zelenski en un momento delicado en el que crece a pasos agigantados el malestar de la población ante la repetición de investigaciones por corrupción o fraude en el país; algo que ni siquiera la guerra ha conseguido frenar.

La Agencia Nacional de Lucha Anticorrupción comunicó formalmente el martes la acusación contra el ministro y este viernes un juez ordenó su detención preventiva. Según el auto judicial, se sospecha que estuvo relacionado entre 2017 y 2018 en operaciones para hacerse ilegalmente con 2.500 hectáreas de campos agrícolas pertenecientes al Estado valoradas en 6,8 millones de euros en la región de Sumy. Más tarde intentó conseguir otros terrenos por valor de unos 4 millones, pero el proceso no se concluyó: la Fiscalía y la Policía ya estaban entonces sobre la pista.

Al parecer, las parcelas estaban adscritas a la Academia Nacional de Ciencias Agrarias. Los documentos que acreditaban su utilización por parte de este organismo fueron destruidos por funcionarios que ahora también figuran entre los investigados. A partir de ahí, unos ciudadanos aparentemente particulares pedían ejercer el derecho sobre las tierras, que a la vista del Gobierno figuraban ya sin uso. Así acababan convertidas en propiedades privadas que luego podrían traspasarse a holdings.

Las sombras sobre el suelo, cuyas bondades para el cultivo proporcionan altos réditos, sobre todo en el sector cerealero mundial, no son nuevas. El Estado posee 700.000 hectáreas, de las cuales el año pasado tenía en uso algo menos de 500.000. Medios periodísticos afirman que el terreno de la academia ha sido una «fuente inagotable de rentas de corrupción» para partidos políticos, diputados, funcionarios y empresas.

El ministerio informó este viernes que Solski «sigue desempeñando sus funciones» como titular. En su entorno se sugería que habría sido víctima de un complot para sacarle de la acción pública. «Si el Parlamento decide aceptar mi renuncia, estaré agradecido por esa decisión. Si decide que tengo que seguir trabajando, seguiré trabajando», precisó en la carta de renuncia, lo que deja todas las puertas abiertas. Fue miembro electo del Parlamento ucraniano en 2019 y nombrado ministro de Agricultura en marzo de 2022, un mes después de iniciada la invasión rusa. Abogado, ha tenido, o tiene, vínculos con negocios agrarios.

Aparte de alimentar la rabia ciudadana contra la turbiedad en la vida política e institucional del país, el caso supone un nuevo revés para Zelenski en el esfuerzo de limpiar la casa bajo la atenta mirada de la UE. Desde el comienzo de la guerra han salido del gabinete el ministro de Defensa –sin ninguna imputación pero acuciado por un oscuro caso de fraude en la compra de alimentos para los soldados–, el jefe de la Fiscalía y el de Inteligencia, además de otros altos funcionarios y todos los responsables de las cajas de reclutamiento.