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Beatriz Juez
Corresponsal en París
Lunes, 18 de abril 2022, 18:56
El presidente saliente Emmanuel Macron y la candidata ultraderechista Marine Le Pen preparan con sus respectivos equipos de campaña el debate presidencial. Los dos adversarios se enfrentan el miércoles en un cara a cara televisivo que podría ser decisivo para inclinar la balanza hacia un ... lado u otro, cuatro días antes de que se conozca el veredicto de las urnas.
Macron, que se presenta a la reelección tras cinco años en el Palacio del Elíseo, y Le Pen, por tercera vez candidata a unas elecciones presidenciales, confían en ampliar su electorado. Para ello buscan convencer a los indecisos y a los que optaron por otros candidatos en la primera vuelta para que el domingo 24 de abril voten por ellos.
«Tengo un proyecto que merece ser conocido y creo que la extrema derecha tiene un proyecto que debe ser clarificado», explicó Macron, que parte como favorito en los sondeos: 53,5% de intención de voto frente al 46,5% de la ultraderechista. El candidato centrista confía en que el debate sirva para que los franceses se den cuentan de «las incoherencias» de Marine Le Pen y de su programa electoral.
La candidata de Reagrupación Nacional desea que en el debate haya «una confrontación de ideas». «Espero que no sea una sucesión de invectivas, 'fake news' y exageraciones», dijo el domingo Le Pen.
Los dos candidatos ya se enfrentaron en 2017 en un debate televisivo que ganó Macron de calle ante la desastrosa actuación de la ultraderechista. Le Pen, que llegó agotada al debate tras una intensa campaña electoral, pareció poco preparada frente a un Macron en forma y que controlaba bien los dossiers. Ahora espera tomarse la revancha.
Le Pen tratará mañana de poner contra las cuerdas al presidente saliente, al que acusa de haber dividido a los franceses. La ultraderechista quiere presentarse ante los franceses como la «candidata del poder adquisitivo» frente al «presidente de los ricos» y como «la candidata del pueblo frente» a «la casta».
Macron, por su parte, intentará demostrar que, pese al lavado de imagen de la candidata y el cambio de nombre de su partido, Reagrupación Nacional sigue siendo un partido de extrema derecha, al igual que lo fue el Frente Nacional, el partido que fundó Jean-Marie Le Pen, padre de la candidata.
Marine Le Pen tiene mucho que ganar con este debate. Es difícil que lo haga peor que en 2017. Macron debe tener cuidado con no parecer demasiado agresivo contra su contrincante y evitar soltar alguna «macronada», una polémica frase que le haga parecer arrogante y que sea haga viral en las redes sociales, como las que ha soltado de vez en cuando y que le han perseguido durante su presidencia.
El primer debate televisivo en Francia entre candidatos presenciales fue en 1974 entre el socialista François Mitterrand y el conservador Valéry Giscard d'Estaing. Desde entonces, los candidatos al Elíseo se han sometido a este ejercicio, con la excepción del conservador Jacques Chirac, que 2002 se negó a debatir con Le Pen padre.
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