Emmanuel Macron, Xi Jinping y Ursula von der Leyen mantuvieron este jueves una reunión a tres bandas en Pekín. Ludovic Marin/Reuters

La UE apela a la «influencia» de China sobre Rusia para que ponga fin a la guerra

Ursula von der Leyen exige una posición «muy clara» al gigante asiático, que recuerda que ya presentó un plan de paz

Jueves, 6 de abril 2023, 13:46

La ofensiva diplomática lanzada por la comunidad internacional sobre Pekín con un auténtico peregrinaje de líderes occidentales por la capital china desde hace semanas subió este jueves de nivel con la llegada de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Es la ... primera vez que realiza una visita oficial con este destino desde que asumió el cargo en 2019 y no es casualidad que el viaje se haya producido justo ahora, con una guerra que desangra a Ucrania desde hace más de un año y el gigante asiático, aliado estratégico del Kremlin, convencido de su potencial como mediador a gran escala. Un momento muy delicado que la política alemana aprovechó para elevar la presión: «Contamos con China para ser muy clara». Y eso incluye condenar de manera pública la invasión rusa o sumarse a las sanciones aplicadas a Moscú, dos cuestiones aún pendientes que abren una distancia abismal entre este país y la UE.

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La posición en esta guerra, ya avisó Von der Leyen a Pekín hace una semana, será un «factor determinante» en las relaciones futuras entre ambas potencias, a las que unen también fuertes vínculos en lo económico y lo tecnológico. Todas estas cuestiones estaban sobre la mesa en las reuniones que mantuvo este jueves el presidente chino, Xi Jinping, quien antes de ver a la jefa de la Comisión Europea recibió a su homólogo francés, Emmanuel Macron, con una enorme alfombra roja y 'La Marsellesa' en la icónica plaza de Tiananmen. El líder galo, que tampoco viajaba al gigante asiático desde antes de la pandemia, reiteró el «gran papel» de esta nación nada más comenzar su visita de Estado de tres días (el miércoles) y este jueves lo volvió a repetir. «Sé que puedo contar con usted (Xi) para hacer entrar a Rusia en razón y llevar a todo el mundo a la mesa de negociaciones», aseguró.

«Sé que puedo contar con usted (Xi) para hacer entrar a Rusia en razón y llevar a todo el mundo a la mesa de negociaciones»,

Emmanuel Macron

Presidente de Francia

A Xi le gusta que en el exterior le vean como ese gran intermediario en asuntos de calado -y más ahora que trata de sacar lustre a la medalla que se ha colgado por haber logrado restablecer las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí- pero quiere ejercer ese rol con su propia estrategia y con sus propios tiempos. Y así se lo sugirió este jueves a Macron cuando le recordó que ya presentó un plan de paz para Ucrania a finales de febrero. El documento de doce puntos no ha recibido el respaldo internacional que esperaba y, de hecho, los intentos del presidente chino por atraer a los mandatarios que han pasado por Pekín hacia sus postulados no parecen haber dado frutos. En la UE, donde Von der Leyen llegó a hacer una llamada a filas a sus miembros para evitar fugas, no ha habido fisuras.

Tanto el presidente francés como el chino, que conversaron en el Gran Palacio del Pueblo, sí coincidieron este jueves en su deseo de evitar una escalada de la crisis y realizaron un emplazamiento a Kiev y Moscú para que mantengan conversaciones de paz «lo antes posible». Rusia, sin embargo, no tardó en fulminar cualquier esperanza de que China pudiera utilizar su posición privilegiada como uno de los contados países con influencia e interlocución directa con Vladímir Putin para tratar de frenar el conflicto bélico. Y eso que, como admitió el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, Pekín tiene «potencial» a la hora de ejercer como intermediario.

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Xi y Macron han pasado revista a las tropas chinas antes de la reunión en el Gran Palacio del Pueblo. Han Guan/EFE

Hace escasas semanas que Xi visitaba a Putin en Moscú -la primera vez que un gobernante extranjero se veía con el jefe del Kremlin ya reclamado por el Tribunal Penal Internacional (TPI)- y ayer mostró su disposición a hablar también con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que le ha reclamado ese contacto en más de una ocasión. No fue el único punto positivo, al menos de palabra, que dejó la visita gala ya que el líder chino confirmó su oposición a las armas nucleares en esta guerra apenas unos días después de que Rusia anunciara el despliegue de este material en la vecina Bielorrusia. «No pueden usarse», afirmó antes de condenar los ataques a civiles y la utilización de cualquier armamento «biológico o químico» durante la contienda.

Von der Leyen, que se reunió antes con el primer ministro, Li Qiang, y después participó en una reunión a tres bandas con Xi y Macron, puso en valor ese compromiso, pero advirtió de nuevo a China de las consecuencias de enviar armamento de cualquier tipo «directa o indirectamente» a Moscú. Un gesto que supondría respaldar a un Estado «agresor» y violar de alguna manera el derecho internacional, y de paso «dañar las relaciones» de la UE con el gigante asiático, al que no convienen más enfrentamientos después de que su vínculo con Estados Unidos esté prácticamente roto desde la crisis del globo espía. Pero la presidenta de la Comisión Europea, invitada a la cita trilateral por el Elíseo, está dispuesta a poner a Pekín a prueba, cansada de su intento de posición neutral en una guerra que se alarga ya más de 400 días.

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La próxima semana, Borrell

«El rol de China es importante y queremos que promueva una paz justa que respete la soberanía e integridad territorial de Ucrania», explicó. Von der Leyen insistió en el papel «crucial» del país en este conflicto y le instó a valerse de su «influencia» en Moscú para tratar de poner fin a la guerra. «Contamos con China para ser muy clara», repitió. La presión sobre el gigante asiático continuará en menos de una semana, el próximo jueves, con la visita del jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, viajará también hasta Pekín. Igual que antes hicieron el canciller alemán Olaf Scholz en noviembre, el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, en diciembre, o Pedro Sánchez hace unos días.

La guerra fue sin duda el centro de las conversaciones este jueves entre Von der Leyen y Macron con Xi, pero la economía tuvo también protagonismo. La UE se esfuerza desde hace años en reducir su dependencia del gigante asiático, pero el 20% de sus importaciones lleva aún el 'made in China' en la etiqueta. La máxima responsable de la Comisión Europea señaló que el Viejo Continente se encuentra «en desventaja» en esas relaciones comerciales y se quejó de que los productos fabricados en el Viejo Continente se topen con obstáculos «discriminatorios» al cruzar la frontera asiática.

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Peskov dice que «la operación especial» seguirá adelante

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no tardó este jueves en enfriar la opción de que el gigante asiático pudiera interceder para poner fin a la guerra, como había sugerido el presidente francés Emmanuel Macron. «La situación con Ucrania es compleja, por el momento no hay una perspectiva de una solución política», argumentó, convencido de que la única solución por ahora pasa por «seguir con la operación especial», como llaman las autoridades rusas al conflicto. Peskov, sin embargo, admitió que «China dispone de un potencial formidable y eficaz en cuanto a sus servicios de mediación».

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