beatriz juez
París
Lunes, 23 de enero 2023, 18:46
La polémica reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron fue aprobada este lunes en consejo de ministros, a pesar de las protestas en las calles y la oposición de la mayoría de los franceses. Macron pretende elevar la edad de jubilación de los ... 62 años actuales a los 64 en 2030. «Esta reforma tiene como objetivo el restablecimiento del equilibrio del sistema de pensiones en 2030» con «18.000 millones de euros de ahorro», explicó Olivier Dussopt, titular de Trabajo, en rueda de prensa.
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El Ejecutivo ha dejado claro que no está dispuesto a ceder sobre la edad de jubilación. Dar marcha atrás sobre ese punto sería renunciar al equilibrio del sistema de pensiones y sería «una falta de responsabilidad para las generaciones futuras», según Dussopt. El ministro de Trabajo aseguró que se han introducido mejoras al texto previsto inicialmente y que se tendrán en cuenta «las carreras largas para aquellos que han comenzado a trabajar antes de los 18 años» y la dureza del trabajo realizado a la hora de determinar la edad de jubilación.
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El Gobierno promete que la reforma anunciada permitirá reforzar «la solidaridad y el equilibrio entre les asegurados». El sistema de pensiones francés por reparto se basa en la solidaridad intergeneracional. Los sindicatos, la izquierda y la extrema derecha afirman que es una reforma «injusta» y «brutal», pues obligaría a los franceses a trabajar dos años más que actualmente y éstos tendrían que cotizar 43 años para cobrar una pensión plena.
«La reforma de las pensiones va contra aquellos que trabajan duro. Yo digo una cosa simple: cuánto más pronto trabajemos, cuánto más trabajemos duro, debemos poder jubilarnos antes», dijo la ultraderechista Marine Le Pen en una entrevista en televisión.
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Mientras la izquierda apoya las protestas de los sindicatos en las calles, Reagrupación Nacional, el partido de Le Pen, prefiere centrar la batalla contra la reforma de las pensiones en los debates de la Asamblea Nacional. «Todas las movilizaciones son buenas. Hay el combate mediante las manifestaciones en la calle, el combate en la Asamblea y en los medios (de comunicación), para explicar a los franceses lo nociva que es esta reforma. Cada uno debe correr en su pasillo», opinó la líder ultraderechista.
Según el calendario previsto, la Asamblea Nacional, la Cámara baja del Parlamento francés, comenzará a examinar el texto el próximo 30 de enero y luego le tocará el turno al Senado. Para que pueda ser aprobada, el partido gubernamental y sus aliados, necesitan el apoyo de Los Republicanos, la derecha moderada, ya que no tienen mayoría en la Asamblea Nacional. El Gobierno confía en que la reforma de las pensiones pueda entrar en vigor a finales de este verano.
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Los sindicatos han anunciado una segunda gran jornada de protestas el próximo 31 de enero para exigir al Ejecutivo que retire la reforma. De aquí a entonces, la Confederación General del Trabajo (CGT) ha anunciado paros sectoriales en el transporte público, refinerías y puertos. La gran duda es si los sindicatos lograrán seguir manteniendo su pulso al Gobierno durante las vacaciones escolares de febrero. Los estudiantes franceses tienen dos semanas de vacaciones, pero la fecha varía según la zona en la que vivan. Muchas familias francesas se van de vacaciones en esas fechas a esquiar o a sus segundas residencias.
«A partir del momento en el que el Gobierno se obstine en lo que hay en conflicto, sí hay posibilidad de que haya jornadas de acción durante las vacaciones escolares», advirtió el sindicalista Philippe Martinez, secretario general de la CGT. El 19 de enero, entre uno y dos millones de franceses protestaron en toda Francia contra la reforma de las pensiones en manifestaciones convocados por los ocho grandes sindicatos galos. El pasado sábado, 150.000 jóvenes, según los organizadores, dijeron 'no' en París a la subida de la edad de jubilación.
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La Fiscalía francesa ha abierto una investigación por «violencias por parte de una persona depositaria de la autoridad pública» después de que un joven franco-español de 26 años perdiera un testículo tras ser presuntamente golpeado el pasado jueves con una porra en la entrepierna por un agente durante una manifestación en París. La IGPN, asuntos internos de la Policía, ha abierto otra pesquisa paralela para tratar de aclarar lo ocurrido.
La presunta víctima se llama Iván S. y es un ingeniero franco-español aficionado a la fotografía, según la prensa gala. Había acudido el 19 de enero con un amigo y su primo a la manifestación. Según se puede ver en un vídeo difundido en las redes sociales, el joven estaba haciendo fotos del enfrentamiento entre policías y manifestantes cuando fue golpeado con una porra en la entrepierna por un agente.
Poco antes de la agresión, el joven se había caído al suelo tras ser empujado por alguien, había quedado tumbado de espaldas y tenía la cámara de fotos en la mano. El joven tuvo que ser hospitalizado tras el porrazo y ha perdido un testículo en la operación a la que fue sometido.
Lucie Simon, abogada de Iván S., anunció el domingo en la cadena BFMTV que van a presentar una denuncia por «violencias voluntarias cometidas por persona depositaria de la autoridad pública provocando una mutilación». La letrada considera que el agente agredió a su cliente «de forma claramente deliberada en sus partes genitales». Según ella, se trató de un acto «puramente gratuito», pues la víctima estaba en el suelo y «no representaba peligro» para las fuerzas de seguridad, ya que solo hacía fotos.
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