El atentado de Fico, argumento para «cerrar medios de comunicación y disolver a la oposición» en Eslovaquia

Los médicos ya no temen por la vida del primer ministro, aunque «la situación sigue siendo muy grave precisamente por la complejidad de las lesiones», según ha señalado el viceprimer ministro, Robert Kaliňák. La directora del hospital, Miriam Lapuníková, ha explicado esta mañana que dos equipos quirúrgicos operaron durante cinco horas a Fico, quien ingresó en el hospital con «múltiples heridas de bala», El político aguarda ahora a una nueva operación de cádera, que se realizará cuando los cirujanos descarten los riesgos inherentes a la medicación anticoagulante que recibe y que en un primer momento le causó fuertes hemorragias.

El Gobierno y el Consejo de Seguridad de Eslovaquia se encuentran reunidos desde primeras horas de la mañana. El intento de magnicidio ha generado reacciones encontradas y furibundas sobre el papel que desempeñó el equipo de seguridad del primer ministro, ante la evidencia de que se hubieran producido fallos de control cuando él se aproximó a saludar a los ciudadanos que permitieron a Cintula llegara hasta su lado con una pistola. En círculos parlamentarios se piden ya dimisiones y denuncias en los tribunales.

El vicepresidente del Consejo Nacional de la República Eslovaca y jefe de Eslovaquia Progresista (PS), Michal Šimečka, ha reclamado prudencia y realizado un llamamiento a «calmar el ánimo en la sociedad». «Por supuesto, un ataque tan grave requerirá una investigación exhaustiva. Pero en este momento es especialmente apropiado actuar con moderación en los tribunales, dada la necesidad de calmar la situación», afirma Šimečka, quien no tiene ningunda duda de que las fuerzas de seguridad harán una investigación a fondo.

Robert Kaliňák ha declarado que considera el atentado como un «ataque político» al que «habrá que responder en consecuencia. El viceprimer ministro, y titular de Defensa, asumirá previsiblemente la dirección del Gobierno en sustitución de Fico. Varios miembros destacados de su partido y del Ejecutivo han acusado a la oposición de propiciar el ambiente para un ataque de este calado tras varias semanas de protestas callejeras.

Las movilizaciones, casi diarias, se han producido a raíz de medidas tomadas por el Gobierno muy polémicas. Una de ellas fue la decisión, tomada en febrero, de cerrar la Fiscalía Anticorrupción y promover una reforma penal que aliviaba las penas por delitos económicos. El Ejecutivo, formado por socialdemócratas y ultranacionalistas, difundió previamente un informe que documentaba decenas de presuntos abusos de este organismo. Paradójicamente, la Fiscalía estaba investigando en ese momento a altos dirigentes del partido gubernamental.

Pero no ha sido el único caso. La gota que ha desbordado el vaso de la paciencia de miles de ciudadanos ha sido la decisión del Ejecutivo de clausurar la RTVS, la corporación pública de radio y televisión a la que acusa de difundir información sesgada. La oposición y una mayoría de los periodistas eslovacos consideran que el primer ministro intenta sustituir el ente por otro afín a los intereses gubernamentales. Incluso la presidenta eslovaca, Zuzana Caputova, cuyo mandato termina en junio, se opone al cierre de la RTVS.

Entre los argumentos confesados por Cintula para disparar sobre el jefe del Gobierno parece encontrarse precisamente esta clausura y su injerencia aparente en la libertad de expresión en el país. Así lo han dicho fuentes policiales esta mañana. Štefan Harabin, exministro de Justicia en el primer gabinete de Fico, pidió posteriormente presentar una moción para disolver el partido político Progresívne Slovensko. «Es hora de poner orden en los medios de comunicación públicos y en las organizaciones no gubernamentales y presentar una propuesta para disolver el partido Eslovaquia Progresista», ha dicho el político, para quien la responsabilidad del atentado recae en «las grandes instituciones de prensa, las organizaciones políticas no gubernamentales, los comediantes progresistas y los políticos de la oposición que engañan constantemente al público con casos inventados y se burlan de las multitudes en las plazas». Harabin se presentó candidato a las últimas elecciones eslovacas anunciando que, si ganaba, su primera visita oficial sería a Rusia mientras criticaba a la República Checa por su apoyo a la «fascista» Ucrania. Lukáš Machala, jefe de la oficina de servicios del Ministerio de Cultura, apoyó posteriormente su petición.

Tras estos llamamientos, el jefe de Eslovaquia Progresista, Michal Šimečka, invitó a todos los políticos y cargos públicos a reducir la tensión y la polarización en la sociedad con el fin de proteger los órganos constitucionales y evitar que el atentado al primer ministro sea aprovechado de manera partidista.

Fico, de 59 años, ha estado entre la «vida y la muerte», según reconocen los médicos, pero después de su paso por el quirófano esta madrugada ha salido del peligro mortal. Aun así, su estado es «muy grave». Los facultativos no han facilitado el número de heridas que presentaba, aunque señalaron que eran «muy complejas». Fuentes policiales han desvelado que pudieron tratarse de cinco disparos.,

Se investigan las motivaciones exactas del septuagenario agresor, miembro de la Asociación de Escritores Eslovacos y del Club Literario Dúha de Levice, su ciudad. Algunas fuentes lo encuadran como simpatizante del partido proeuropeo y cercano a Ucrania Eslovaquia Progresista. «No tengo ni la más remota idea de lo que estaba pensando mi padre, de lo que estaba planeando ni del porqué», declaró el hijo del sospechoso a la web de noticias eslovaca aktuality.sk. No obstante, parece tener también un pasado ligado a células prorrusas.

Según el diario eslovaco 'Dennikn', Cintula trabajó como guardia de seguridad privada en un centro comercial, por lo que poseía un arma de fuego de forma legal, que siguió en el suelo en el lugar del atentado horas después. Se da la circunstancia de que hace ocho años recogió firmas para fundar el partido Movimiento contra la Violencia. «La violencia suele ser una reacción de la gente, como forma de expresión del descontento ordinario ante el estado de las cosas. Estemos descontentos, pero no seamos violentos», escribió entonces.

También llama la atención que varias de sus obras literarias destilan opiniones racistas y xenófobas, en especial hacia la comunidad romaní. «Nunca ha habido tantos gitanos en Europa como ahora», escribió en su libro 'Efata. También era bloguero y en sus textos criticaba sin piedad a Robert Fico.

«Robo (Robert), ven aquí», gritó el escritor al primer ministro que se acercó a él para darle la mano. Fue entonces cuando le disparó cinco veces. El ministro del Interior, Sutaj Estok, ha subrayado que harán todo lo posible para investigar «en detalle» lo más rápidamente posible el atentado y ha pedido «responsabilidad» a la clase política y a los líderes de opinión. «Este asesinato merece una condena conjunta e inequívoca», ha subrayado.

«Me quedé muy sorprendido... afortunadamente, hasta donde yo sé, la operación salió bien, y supongo que al final sobrevivirá... no se encuentra en una situación que ponga en peligro su vida en este momento», dijo . «Resultó gravemente herido: una bala le dio en el estómago y la segunda en la articulación; inmediatamente fue trasladado al hospital y luego a la operación», agregó el viceprimer ministro.

Ante la necesidad de una intervención quirúrgica urgente, el mandatario fue trasladado en helicóptero a Banská Bystrica, ciudad más cercana que la capital, Bratislava. El ministro de Defensa de Eslovaquia, Robert Kaliniak, había dicho antes de las declaraciones de Tabara que el estado de salud de Fico era su estado era «crítico», aunque en declaraciones a la BBC, las autoridades del país aseguraron que «la intervención había sido un éxito». El viceprimer ministro Tomas Taraba ha asegurado que la vida de Fico «no corre peligro en este momento». Fico «sobrevivirá».

Fico había regresado a la jefatura del Estado en octubre de 2023, tras su dimisión en 2018 por verse salpicado por el asesinato de un periodista -y su pareja- que le investigaba por la supuesta relación de su partido con la mafia.

En el hospital donde fue tratado inicialmente relataron que el primer ministro había ingresado consciente. Sus heridas eran de tal consideración que desaconsejaron el traslado a Bratislava, a unos 200 kilómetros de distancia. Pero en el centro sanitario de Handlová no tienen infraestructura para ese tipo de intervenciones, por lo que se recurrió al complejo hospitalario de Banská Bystrica, de mayor nivel.

Eslovaquia está en shock. Al salir de la Casa de Cultura de Handlová, Fico se dirigía al vehículo oficial escoltado por varios agentes de seguridad. Antes de acercarse al automóvil quiso saludar a algunas personas que le esperaban. Entonces, un individuo le disparó, al parecer, hasta en cuatro ocasiones. El primer ministro se desplomó. Los guardaespaldas lo introdujeron en el vehículo y se alejaron a toda velocidad. El agresor fue inmovilizado y arrestado por miembros de la Policía eslovaca. El Servicio de Emergencias envió un helicóptero para trasladar al herido.

La presidenta del país, Zuzana Caputová, calificó de «brutal» la agresión y mostró su confianza en que el primer ministro pueda recuperarse. Y el Kremlin también condenó este jueves el intento de asesinato del primer ministro eslovaco «en los términos más enérgicos posibles», dijo a Izvestia el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. «Lo consideramos absolutamente inaceptable; es realmente una gran tragedia», añadió. «Esperamos que el señor Fico pueda salir adelante y recuperarse lo antes posible. Le deseamos una pronta recuperación», dijo Peskov.

El atentado también conmocionó a Occidente, que convirtió los mensajes de condena en un rechazo general a la «violencia política», al alza en Europa donde, sin ir más lejos, la vicealcaldesa de Berlín y un eurodiputado socialdemócrata alemán fueron agredidos hace una semana en sendas acciones extremistas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, condenó el «vil ataque» contra el líder eslovaco. «Este tipo de actos de violencia no tienen lugar en nuestra sociedad y minan nuestra democracia, que es nuestro bien común más preciado», subrayó, en una declaración parecida a la de decenas de gobernantes, que tacharon los hechos de «horribles», como dijo António Guterres, secretario general de la ONU, e «impactantes», en opinión del primer ministro checo, Petr Fiala y su homólogo irlandés, Simon Harris.

«Es un cobarde intento de asesinato. La violencia no debe tener cabida en la política europea», sentenció, por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz mientras la líder italiana, Georgia Meloni, manifestó su rechazo a «cualquier forma de violencia y ataque a los principios cardinales de la democracia y la libertad». El presidente español se confesó «horrorizado e indignado».

Entre las muestras de solidaridad figuraba la del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que repudió el «ataque atroz». Fico y Orbán son dos políticos con muchas afinidades. «Me siento profundamente conmocionado por lo que le ha sucedido a mi amigo», escribió en X. «Rezo por su salud y su pronta recuperación».

Fico mantiene un discurso nacionalista, populista, ultraconservador en cuestiones como los derechos LGTBI y con tintes xenófobos, opuestos a la política de acogida de refugiados de la Unión Europea. Además, el primer ministro eslovaco ha mostrado siempre su postura contraria a enviar ayuda a Ucrania frente a Rusia, un país al que se siente más cercano. «Ni una sola bala», ha dicho en ocasiones.

El dirigente herido, que estudió en Estados Unidos, ingresó en la política en los años noventa. Llegó a ser un alto dirigente del Partido Comunista, del que había sido militante, pero vio que ese no era el camino y fundó en 1999 su propia formación, el Smer, de ideología liberal, en teoría. Intentó evitar ser encasillado como derecha o como izquierda, y al final se convirtió en un líder nacionalista y populista que, pese a pertenecer a la UE, hace guiños a Rusia.

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