Condenan a un fiscal alemán con presunta sexsomnia por abusar de su hijo de ocho años

Tanto la Fiscalía como la defensa del antiguo fiscal habían solicitado durante el proceso que fuera declarado inocente al considerar creíble su argumentación. La acusación particular, contratada por la madre del menor, que se había separado anteriormente del padre y solicitó el divorcio tras conocer lo sucedido, exigió un castigo por graves abusos sexuales, aunque sin determinar una pena concreta. Si la sala hubiera creído que el acusado había actuado sonámbulo la noche de autos, podría haber sido considerado jurídicamente incapacitado de culpa.

«Metió la mano en los pantalones del pijama del niño, le tocó los genitales y también el ano», señaló la acusación. Poco después, el padre abandonó el dormitorio. A la mañana siguiente, cuando su mujer le confrontó con los hechos, el acusado dijo no recordar nada. Más tarde se denunció personalmente ante la justicia. La autoinculpación hizo que fuera suspendido en sus labores como fiscal en el mismo palacio de justicia donde ha sido condenado. Desde el año pasado se encuentra prejubilado.

«Suponemos que el delito debe entenderse como una estrategia de afrontamiento disfuncional», dijo la presidenta de la cámara, la jueza Helga von Lukowicz. El hombre había estado bajo presión profesional y el matrimonio había llegado a su fin. «El abuso violento de su hijo le devolvió por un momento la sensación de poder». Fue un acto espontáneo en una situación especialmente estresante, señalaron los miembros del tribunal en su sentencia, de la que el acusado ha cumplido ya cuatro meses en prisión preventiva.

En defensa del acusado declaró una juez con la que el hombre tuvo una relación sentimental cuando ambos eran estudiantes de derecho. La mujer subrayó que entonces eran frecuentes las relaciones sexuales sonámbulas con el ya condenado, quien al parecer le hacía el amor en plena noche completamente dormido, para luego no recordar absolutamente nada de lo sucedido. Esa declaración antes del proceso hizo que la Fiscalía suspendiera hasta tres veces la investigación y solicitara el archivo del caso de abusos contra el menor.

Durante mucho tiempo se pensó que el hombre no llegaría a ser procesado, ya que tanto la Fiscalía de Kiel como la Fiscalía general del Estado federado de Schleswig-Holstein consideraban una condena muy improbable al considerar válido el atenuante de sexsomnia. Que el juicio se llevara finalmente a cabo se debió a que la madre del menor hizo que el tribunal revisara si el sobreseimiento era correcto y tuvo éxito en el llamado procedimiento de ejecución ante la Audiencia Superior, lo que obligó al Ministerio Público a presentar cargos.