La AfD promete cerrar las fronteras y echar a los docentes que hablen de género

De hecho, el congreso comenzó con dos horas de retraso sobre el horario previsto porque miles de manifestantes bloquearon los accesos a Riesa y al propio salón de congresos para protestar contra la extrema derecha. «No a los nazis», gritaron. Weidel calificó a los movilizados de «turba de izquierdas dispuesta a la violencia» y de «nazis pintados de rojo».

«Libertad de expresión», gritó al inicio de su discurso la presidenta. Curiosamente, hizo su discurso en inglés y agradeció a Elon Musk, propietario de Tesla y asesor de Donald Trump, que transmitiera en directo el congreso en su red social X. El multimillonario ha pedido abiertamente el voto por la AfD.

Weidel dejó claro que no tiene ningún problema a la hora de hablar de «remigración», un eufemismo utilizado por la extrema derecha para hablar de la repatriación forzada de inmigrantes a sus países de origen. «Si se le quiere llamar remigración, que se le llame re-mi-gra-ción», enfatizó. Se comprometió a que en los primeros cien días de gobierna, la AfD «cerrará a cal y canto las fronteras y rechazará a todo aquel que entre ilegalmente y sin papeles». Weidel onsidera que de esa manera se lanzará un mensaje claro al mundo y a los flujos de la migración: «Las fronteras de Alemania están cerradas».

La candidata también garantizó que, si su partido llega al poder, Alemania abandonará el sistema europeo de asilo, siguiendo, según ella, el ejemplo de Países Bajos y de Hungría.

En un discurso con bastantes tintes radicales, Weidel anunció su apuesta por un cambio radical en la política energética de Alemania. Ella quiere derribar los molinos eólicos, reactivar las plantas nucleares, invertir en reactores de nueva generación y alargar la vida de las centrales de carbón. «Abajo esos molinos de viento de la vergüenza», proclamó. En cambio, dijo que bajo su liderazgo Alemania volvería a recibir gas ruso.

Weidel es lesbiana, pero aún así adelantó a sus compañeros de partido: «Cerraremos todos los estudios de género y echaremos a todos esos profesores». Su discurso contra la ideología 'queer-woke' desató el entusiasmo de los delegados de su partido.

La dirigente de extrema derecha guardó un capítulo para sus rivales en las elecciones. Acusó al bloque conservador de la CDU-CSU de «copiar» el programa de la AfD y rogó: «Votad al original». La candidata está convencida de que «los alemanes quieren normalidad, quieren trabajo, quieren seguridad en las calles, quieren una buena educación para sus hijos, quieren libertad, quieren libertad individual y quieren libertad empresarial, Queremos libertad». Ella no consideró que la AfD sea de extrema derecha, sino un partido «conservador y libertario».