Secciones
Servicios
Destacamos
M. Pérez
Miércoles, 1 de enero 2025
Shamsud-Din Bahar Jabbar se ha convertido en el primer asesino múltiple de 2025 en Estados Unidos. Oriundo de Texas, de 42 años y exmilitar embistió con una camioneta alquilada a una multitud que celebraba la entrada de año nuevo en la zona más popular ... de Nueva Orleans. El brutal ataque mató al menos a 15 personas y causó heridas a una treintena de personas que festejaban la efeméride pasadas las tres de la madrugada (once de la mañana en España) entre las calles Bourbon y Canal. La alegría se convirtió en una «pesadilla infernal», según una pareja que pasaba las vacaciones navideñas en el Estado de Louisiana.
Jabbar fue abatido de un disparo después de que descendiera del vehículo y la emprendiera a tiros con los aterrados ciudadanos y la Policía. Dos agentes resultadon heridos de sendos disparos. Decenas de cuerpos en posiciones inverosímiles quedaron tendidos en la calzada. Anoche no se descartaba que la cifra de víctimas mortales aumentase debido a la gravedad de las lesiones sufridoas por los heridos, rápidamente evacuados al hopital.
El FBI comenzó desde escasas horas después a dar forma a la masacre de Nueva Orleans como un «acto terrorista». Los investigadores siguen esta hipótesis en función de los indicios encontrados en el lugar de los hechos, en especial una bandera del ISIS, que el autor de la matanza llevaba dentro de la cabina de la furgoneta. Al parecer, también portaba armas diversas, algunas parecidas a la usadas por los yihadistas, aunque esté extremo no había sido confirmado anoche.
En cambio, sí trascendió que la Oficina Federal de Investigación trabaja con la teoría de que Jabbar contó con cómplices. Ha requisado las grabaciones de las cámaras callejeras y espera disponer de los vídeos hechos por miles de turistas en las fiestas del Barrio Francés para averiguar si el conductor se reunió con otras personas antes del atentado.
Jabbar protagonizó una carrera mortal a bordo de una camioneta alquilada en la web de una empresa de Houston. Había vigilado el lugar con anterioridad. Sorteó los bolardos que bloquean el tráfico y que están siendo sustituidos en todo el distrito, donde llevan instalados desde 2017 cuando, en medio de la alerta terrorista mundial, numerosas ciudades implementaron esta medida para evitar la colocación de coches-bomba en lugares populosos. El martes, varios de esos bolardos en las esquinas con las calles Iberville y St.Ann habían sido retirados durante las obras.
Sin embargo, nadie previno que el asesino fuera una bomba en sí mismo. Pisó el acelerador a fondo de una Ford 150 híbrida blanca y arrolló a todos los curiosos que se encontró en su camino entre las famosísimas calles Bourbon y Canal. Luego se estrelló contra una maquinaria de obra. Al verse imposibilitado para continuar su carrera letal, cogió un arma y empezó a disparar indiscriminadamente hasta que los agentes terminaron con su vida.
«Iba muy rápido. Quería matar al mayor número de personas posible. Estaba empeñado en provocar una masacre», aseguró la superintendente de la Policía Metropolitana de Nueva Orleans, Anne Kirkpatrick. El momento fue bien elegido para ese propósito: durante la tarde del martes se había celebrado el desfile de fin de año y ayer estaba prevista la celebración del Sugar Bowl de fútbol universitario, que atrae a decenas de miles de aficionados, con lo cual el Barrio Francés estaba abarrotado.
El daño pudo haber sido peor: la Policía informó que dentro de la camioneta había un «potencial» explosivo improvisado y que se localizaron otros artefactos en el distrito. Aunque las autoridades no quisieron extenderse en este extremo, algunas fuentes han sugerido la existencia de vídeos donde se verían a dos hombres y una mujer colocando las bombas. Esta posibilidad avalaría que el conductor contó con cómplices y que querían cometer una matanza con cientos de víctimas.
El alcalde de Nueva Orleans y el fiscal general, Merrick B. Garland, confirmaron que el ataque se enfoca como un «acto de terrorismo». El FBI utiliza esta denominación en dos sentidos: el terrorismo internacional, promovido por organizaciones extranjeras, y el doméstico, en el que podría encuadrarse este caso. Los investigadores revisan el pasado de Jabbar en busca de pistas. Se sabe que ha sido detenido en dos ocasiones por delitos menores; una de ellas por robo y la segunda por conducir con un permiso falso.
El presunto asesino es natural de Texas. Nació en la localidad de Beaumont y durante diez años sirvió en el ejército de Estados Unidos. En un vídeo publicado en las redes sociales en 2020 explicaba que se hizo experto en tecnologías de la información en ese periodo y que ha permanecido en el país «toda mi vida, con la excepción de los viajes militares». Se trata de una grabación destinada a promocionarse en el sector inmobiliario, en la que describe también sus habilidades como comercial.
Los federales han descubierto también información relativa a su vida privada. Estuvo casado dos veces y en 2022 envió varios correos electrónicos al abogado de su segunda exmujer asegurando que carecía de medios para abonarle la pensión porque su empresa pasaba apuros económicos. Al cierre de esta edición, el FBI no había encontrado pistas que indicaran un proceso de radicalización ni la razón por la que llevaba una bandera del ISIS.
El gobernador del Estado, Jeff Landry, ha desplegado a un centenar de efectivos de la Guardia Nacional para ayudar a la Policía y vigilar las calles. En la calzada quedaban anoche las huellas de la tragedia. Manchas de sangre, objetos personales abandonados a toda prisa por los ciudadanos en su huida. Orificios de bala. Las fuerzas de seguridad mantenían cerrada la zona a los curiosos y se registraba un trajín constante de forenses y policías.
Allí, en uno de los mayores distritos turísticos del mundo, Nikyra Cheyenne Dedeaux encontró su trágico final. Tenía 18 años. Habia viajado desde Gulfport con su prima y una amiga el mismo martes porque querían despedir el año en Bourbon Street. Al salir de un establecimiento escucharon disparos. Echaron a correr. Cheyenne solo pudo avanzar unos metros hasta que la furgoneta la lanzó por los aires. «Era la persona más dulce del mundo. Te daba cualquier cosa, cualquier cosa. Solo quiero ver a mi bebé», repetía Melissa, su madre.
«Oye, primo, ¿quieres llevarme a la ciudad?», le preguntó Reggie Hunter, de 37 años, a un amigo nada más salir de su trabajo en Baton Rouge. Padre de dos hijos, convenció a su familiar para disfrutar de la Nochevieja y asistir al partido del Sugar Bowl. Jebber se interpuso en su camino.Él murió arrollado mientras su primo figura entre los heridos graves ingresados en el hospital.
El presidente, Joe Biden, expresó su dolor por el crimen masivo y envió su pésame a las familias de las víctimas. «No hay justificación para la violencia de ningún tipo y no toleraremos ningún ataque contra ninguna de las comunidades de nuestra nación», señaló en un comunicado. Biden no dejó de lado el hecho de que en apenas 18 días se producirá el traspaso a la nueva Administración de Donald Trump, que introducirá cambios radicales en el FBI y el Departamento de Seguridad. En ese sentido, garantizó que en lo que le queda de mandato se «asegurará» de que todas las agencias policiales tengan los recursos necesarios la investigación.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.