Arde Tennessee por segunda vez en lo que va de año. Las llamas de la indignación alimentan la hoguera, pero lo que la muerte de Lisa Edwards demuestra es que la indiferencia policial ante el sufrimiento ajeno no es potestad de negros o blancos, viene ... con el uniforme. La mujer blanca de 60 años había sido dada de alta, en contra su voluntad, en el hospital Fort Sanders Regional Medical Center, al que la habían trasladado directamente desde el aeropuerto tras sentirse mal durante un vuelo procedente de Rhode Island, donde vivía en una residencia. Atrás quedó su maleta y la silla de ruedas que utilizaba para moverse desde que dos años antes sufrió un ictus, como precedente del infarto que acabaría matándola este 6 de febrero.
Publicidad
La indignación de sus familiares por lo que parecía una negligencia médica ha subido de tono al hacerse público un vídeo de la Policía de Knoxville (Tennessee) sobre su última hora de conciencia. El hospital llamó a los agentes a las 7.00 horas cuando la mujer se negó a abandonar el recinto, aquejada de un dolor en el estómago que los médicos atribuían a estreñimiento. Decía no poder caminar sin su silla de ruedas, lo que ya le causaba dolor en el tobillo.
En la operación participaron hasta ocho agentes. Nadie tuvo piedad. «Éste es el Día del Señor», le dijo malhumorado el sargento Brandon Williams mientras ella le suplicaba ayuda. «Todo lo que quiero hacer es conseguirme un poco de café y de avena para desayunar». Estos días se puede encontrar paquetes de café en el memorial de flores y fotos que los manifestantes han instalado en distintos puntos de la ciudad.
Edwards no tenía a dónde ir ni podía hacerlo en esas circunstancias, por lo que los agentes decidieron arrestarla por «conducta alborotadora» y «traspaso». Con esos cargos la llevaban a un centro de detención, pero ella no podía erguirse ni para entrar en el coche patrulla. «Ayúdenme a levantarme. No puedo respirar», les rogó. En la grabación obtenida a través de las mismas cámaras de la Policía se la oye respirar con dificultad antes de caer al suelo pidiendo su inhalador. «Estoy cansado de esta mierda de peso muerto», farfulló otro agente que amenazaba con más cargos si no se levantaba. «Te vamos a meter ahí por las buenas o por las malas», a lo que ella, profética, respondió: «Me van a matar».
Publicidad
El inhalador no aparecía o no lo buscaban. Le ofrecieron un cigarro entre risas, hasta que por fin uno lo encontró en su bolso. «¡Pero no tiene medicina!», anunció tirándolo al suelo. Claramente los cuatro agentes no la creían. «Es un teatro», decía uno. «Sí, todos lo sabemos, pero como luego le dé un ataque de verdad el show va a salir caro». Tanto que Edwards no vivió para contarlo y los cuatro agentes que la arrastraron hasta el interior de la patrulla con los pantalones del hospital medio bajados han sido suspendidos cautelarmente mientras se lleva a cabo la investigación.
A diferencia de los cinco policías de Memphis que fueron encarcelados por propinar una paliza mortal a Tyre Nichols el mes pasado, los cuatro que se llevaron a Edwards no le causaron la muerte, considerada «natural». Fue un ataque al corazón, agravado por sus problemas cardiovasculares, obesidad, bronquitis y alcoholismo, según la autopsia, pero la indiferencia de los agentes y el propio centro médico rayan en la negligencia. «La trataron como si fuera basura», se acongojó su hijo.
Publicidad
A medio camino hacia el centro de detención uno de los agentes notó que Edwards había perdido el conocimiento. «No sé si está fingiendo pero deberíamos llamar a una ambulancia», dijo a sus compañeros. Y así es cómo la mujer de 60 años volvió al centro médico del que la habían echado, donde falleció al día siguiente.
Miles de personas que no la conocían de nada claman estos días «Justicia para Lisa Edwards», convertida en un símbolo de todo lo que funciona mal en la sociedad estadounidense: la sanidad, la brutalidad policial, la falta de servicios sociales y tantas otras cosas que proporcionan al gigante americano pies de barro.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.