El hijo de Biden se declara culpable de tres delitos para evitar la cárcel

Los republicanos ya tienen munición extra para atacar a Biden (padre) en su camino hacia la reelección después de que los problemas de Trump con la Justicia hayan alimentado de argumentos a los demócratas durante meses para desacreditar su intento de regresar a la presidencia. Fue precisamente durante la pasada legislatura, en 2018, cuando se abrió la investigación en torno a Hunter, cuya declaración de culpabilidad ya ha sido registrada ante el tribunal en una carta que ocupa una página. En los próximos días se espera que la ratifique en una vista en Delaware y el caso quede zanjado con una libertad condicional.

Los dos delitos fiscales tuvieron lugar hace un lustro, en 2017 y 2018, cuando, de manera consciente, el segundo hijo de Biden eludió el pago del impuestos federales, que entre ambos ejercicios ascendían a 1,2 millones de dólares. El otro asunto que se le imputa ocurrió en la misma época, en 2018, cuando adquirió un arma de fuego. En el documento que rellenó para su compra negó haber consumido drogas o tener un problema con ellas pese a que entonces, según él mismo confesó en una polémica autobiografía de 300 páginas publicada en 2021, era adicto al 'crack'. Lo tomaba cada 15 minutos, mientras su padre se preparaba para arrebatarle la Casa Blanca a Trump.

La posesión ilegal de ese arma –que según relató su entorno apenas le duró dos semanas ya que su novia la tiró- es una cuestión especialmente delicada para Joe Biden, que en reiteradas ocasiones ha defendido un sistema más restrictivo para su acceso por parte de los ciudadanos norteamericanos. Pero ni este delito, ni los otros dos de fraude ahora reconocidos, son el único escándalo que arrastra Hunter, que a los 18 años ya contaba con un amplio historial delictivo con un par de arrestos por posesión de cocaína. Sus negocios con China y Ucrania también han supuesto un auténtico quebradero de cabeza para el presidente.

Los demócratas se han concentrado en los últimos años en destacar el proceso de recuperación en el que está inmerso Hunter –su padre se mostró «orgulloso» de él durante un debate presidencial– para salir de esa espiral que comenzó cuando era un adolescente y se enganchó al alcohol. Los republicanos, sin embargo, aprovechan su pasado para hacer sangre también contra Biden padre, a quien acusaron de entorpecer la investigación en torno a su hijo que ahora parece haber llegado a su fin. Este martes, cuando se conoció su pacto con la Fiscalía, la Casa Blanca emitió un escueto comunicado: «El presidente y la primera dama aman a su hijo y lo apoyan mientras sigue reconstruyendo su vida. No tendremos más comentarios». Trump fue algo más locuaz y criticó en su red social que el caso se salde «como una simple multa de tráfico». «Nuestro sistema está roto», lamentó.