El debate de las armas divide a la sociedad estadounidense

Mientras a las puertas del centro de convenciones George R. Brown se reunían el viernes cientos de personas en protesta por el 'lobby' de las armas -la mayor aglomeración vista desde 1999, cuando la organización realizó su convención en Denver un mes después de la masacre de Columbine-, tachando de «asesinos» a sus defensores, en el interior del edificio la postura era distinta. Los asistentes al certamen lamentaron la matanza de Uvalde, incluso guardaron un minuto de silencio por las víctimas, pero defendieron las armas.

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«Veintiún hermosas vidas fueron extinguidas sin piedad e indiscriminadamente por un monstruo criminal», afirmó el director ejecutivo del RNA, Wayne LaPierre, quien, no obstante, apuntó que «restringir los derechos humanos fundamentales de los estadounidenses que respetan la ley para defenderse no es la respuesta. Nunca lo ha sido», zanjó.

Jam Hatchete, un veterano de Vietnam, dijo a la cadena BBC que «hay armas que son para cazar y armas que son para matar. No hay razón para que un joven de 18 años tenga un fusil AR, cuyo objetivo es ese, matar».

Por todo ello, el día de la inauguración, el líder republicano Donald Trump prometió armar a los profesores y blindar los colegios si se vuelve a presentar a la Casa Blanca. «La existencia del mal en nuestro mundo no es motivo para desarmar a los ciudadanos respetuosos de la ley», subrayó.