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Las autoridades de Los Ángeles han anunciado un toque de queda nocturno -de las seis de la tarde hasta las seis de la mañana- con el fin de evitar los saqueos que están teniendo lugar en los distintos puntos del condado. La decisión viene motivada ... después de que 20 personas hayan sido arrestadas desde el comienzo de los incendios por haber robado en las viviendas desalojadas. Haley Winslow, una reportera local, informó de que la zona se había convertido en «el salvaje oeste». Contó que la Policía está viendo personas que salen de las casas con televisiones y «aprovechándose de lo poco que ha quedado aquí». Con el fin de que sigan ocurriendo estos episodios, las autoridades han decidido que, además del toque de queda, un grupo de 400 miembros de la Guardia Nacional de California patrulle las calles.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, advirtió que «habrá tolerancia cero para cualquiera que se atreva a entrar a las casas o saquear la propiedad de las personas o las estructuras que permanecen en pie». El fiscal del condado, Nathan Hochman, aseguró que los «arrestados serán castigados con todo el peso de la ley. Es una promesa». Algo parecido al mensaje lanzado por Gavin Newsom, el gobernador, que expresó que el «saqueo no será tolerado para aquellos que busquen aprovecharse de las comunidades evacuadas».
De esta forma, el toque de queda se mantendrá en vigor hasta que las autoridades del condado lo consideren oportuno, prohibiendo que las personas estén en lugares públicos de las zonas de evacuación, excepto para las que están trabajando o las que por algún casual necesiten recibir tratamiento médico.
El miedo al desvalijamiento se ha extendido a los propietarios de varias viviendas que han decidido contratar agentes de seguridad para ahuyentar a los saqueadores. Arturo García es uno de los guardias que protege una de las mansiones. Sus propios ojos han visto como en otra casa, un ladrón se llevaba consigo «un bolso de lujo, un dron y un coche de juguete». Tanto él como su compañero de trabajo han aguantado turnos de 24 horas para proteger el inmueble. Admite que la compañía para la que trabaja, Nastec, es la única que está actuando en la zona, y aunque no revela el número total de propietarios que han alquilado sus servicios, asegura que son «un montón».
Sostiene que la sola presencia de los guardas sirve para espantar a los ladrones: «Solemos patrullar en coche sin parar. Tan pronto como ven las luces encima del coche, huyen». Están siendo bien retribuidos, asegura, pero «no sabemos cuándo vamos a poder volver a casa». Los medios locales también apuntan a que, lejos de contratar a personal de seguridad, son los mismos propietarios de las viviendas los que han decidido quedarse para salvaguardar todas sus pertenencias. Un vecino de Altadena asegura que no va a dejar «que me roben la casa», a lo que otroresidente le responde: «¿Qué habrá para robar si la casa se incendia?»
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