Barack Obama, flanqueado por Joe Biden y John Kerry.

Obama rechaza la construcción del oleoducto Keystone XL

El presidente de EE UU da carpetazo a este polémico proyecto que contaba con el respaldo de los republicanos y la oposición de los grupos ecologistas a causa de su impacto medioambiental

colpisa / agencias

Viernes, 6 de noviembre 2015, 18:17

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado su rechazo al controvertido proyecto del oleoducto Keystone XL, concebido para transportar cientos de miles de barriles de petróleo cada día desde Canadá hasta el golfo de México. Desde la Casa Blanca, Obama ha señalado que este plan "no serviría a los intereses nacionales de Estados Unidos", destacando que el proyecto no tendría ningún impacto "significativo" en la economía del país a largo plazo.

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"El oleoducto no hará bajar el precio del carburante para los consumidores estadounidenses", ha recalcado el mandatario. "Transportar petróleo crudo más sucio a nuestro país no refuerza la seguridad energética de Estados Unidos", ha agregado.

El proyecto, de unos 1.900 kilómetros de longitud -de los cuales 1.400 irían por Estados Unidos-, permitiría el transporte de petróleo de las arenas bituminosas de Alberta, Canadá, hasta el centro de Estados Unidos, en Nebraska, de donde podría ser distribuido a las refinerías del país en el golfo de México.

"Esta mañana pude conversar con el primer ministro de Canadá (Justin) Trudeau", ha dicho Obama. "Si bien expresó una cierta decepción, teniendo en cuenta la posición de Canadá al respecto, hablamos del hecho de que el tema global de la energía y cambio climático pide una coordinación más grande entre los países", ha añadido el mandatario estadounidense. "En las próximas semanas, altos responsables de mi equipo conversarán con los suyos para profundizar nuestra coordinación", ha agregado.

Compromiso contra el cambio climático

"Estados Unidos es un líder mundial a la hora de adoptar acciones decisivas para combatir el cambio climático. Francamente, aprobar el proyecto habría afectado ese liderazgo mundial", ha asegurado el presidente estadounidense antes de anunciar oficialmente que viajará a París para participar de la conferencia mundial sobre el clima (COP21) que empieza el 30 de noviembre.

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Obama ha comparecido junto al secretario de Estado, John Kerry, y el vicepresidente, Joe Biden. Kerry ha sido el responsable de revisar el impacto medioambiental del proyecto, un proceso durante el cual también se ha consultado a la ciudadanía. Al término de esa revisión, el Departamento de Estado ha recomendado a Obama el veto al proyecto. El mandatario ha aceptado este informe y ha dado carpetazo a cinco años de idas y venidas y de discusiones entre defensores y detractores del macrosistema de tuberías.

Pros y contras

El oleoducto de TransCanada fue concebido en 2010. El Partido Republicano ha defendido que crearía miles de puestos de trabajo y haría a Estados Unidos menos dependiente de las importaciones de Oriente Próximo, mientras que los ecologistas han alertado de las repercusiones medioambientales.

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Transcanada había solicitado al Gobierno norteamericano que suspendiese la revisión del proyecto, en un intento por dejar la decisión en manos del presidente que llegue a la Casa Blanca en enero de 2017. La exsecretaria de Estado Hillary Clinton, favorita en las primarias del Partido Demócrata, ya se ha posicionado en contra.

Por parte canadiense, el oleoducto ha contado en los últimos años con el respaldo del primer ministro conservador, Stephen Harper, y ahora también de su recién elegido sucesor, el liberal Justin Trudeau, que lo ha defendido a pesar de su posiciones ecologistas.

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