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Desolación tras el devastador incendio en el campo de refugiados de Moria, Lesbos

Jueves, 10 de septiembre 2020, 12:01

Miles de personas pasan la noche a la intemperie en los alrededores del devastado campo de refugiados de Moria (Lesbos), el más grande de Grecia, a la espera de ser trasladados. Las carreteras que rodean el campo, en el que malvivían 13.000 personas, están repletas de familias que con lo poco que les ha quedado se han instalado en la calzada o en alguna cercana al campo que no ha sido destruida por el incendio del martes por la noche; un incendio que comenzó simultáneamente en varios puntos del campo, poco después de que las autoridades comunicaran a 35 personas que habían dado positivo de covid-19 y que debían ser aisladas. — Miles de personas pasan la noche a la intemperie en los alrededores del devastado campo de refugiados de Moria (Lesbos), el más grande de Grecia, a la espera de ser trasladados. Las carreteras que rodean el campo, en el que malvivían 13.000 personas, están repletas de familias que con lo poco que les ha quedado se han instalado en la calzada o en alguna cercana al campo que no ha sido destruida por el incendio del martes por la noche; un incendio que comenzó simultáneamente en varios puntos del campo, poco después de que las autoridades comunicaran a 35 personas que habían dado positivo de covid-19 y que debían ser aisladas.
Agencias

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Miles de personas pasan la noche a la intemperie en los alrededores del devastado campo de refugiados de Moria (Lesbos), el más grande de Grecia, a la espera de ser trasladados. Las carreteras que rodean el campo, en el que malvivían 13.000 personas, están repletas de familias que con lo poco que les ha quedado se han instalado en la calzada o en alguna cercana al campo que no ha sido destruida por el incendio del martes por la noche; un incendio que comenzó simultáneamente en varios puntos del campo, poco después de que las autoridades comunicaran a 35 personas que habían dado positivo de covid-19 y que debían ser aisladas.

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Agencias

Miles de personas pasan la noche a la intemperie en los alrededores del devastado campo de refugiados de Moria (Lesbos), el más grande de Grecia, a la espera de ser trasladados. Las carreteras que rodean el campo, en el que malvivían 13.000 personas, están repletas de familias que con lo poco que les ha quedado se han instalado en la calzada o en alguna cercana al campo que no ha sido destruida por el incendio del martes por la noche; un incendio que comenzó simultáneamente en varios puntos del campo, poco después de que las autoridades comunicaran a 35 personas que habían dado positivo de covid-19 y que debían ser aisladas.

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