La Fiscalía de Corea del Sur imputa al presidente Yoon Suk-yeol por insurrección

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La imputación formal de Yoon, que fue enviado a mitad de mes a un centro de detención de Seúl tras varios intentos fallidos, le obliga a continuar entre rejas hasta la celebración de juicio, que se llevará a cabo en los próximos seis meses. La Fiscalía argumentó su decisión por «el constante riesgo de destrucción de pruebas» relacionadas con la declaración de la ley marcial, que apenas duró unas horas en vigor, y los días posteriores, cuando la Asamblea Nacional finalmente aprobó la destitución del presidente, que había llegado en 2022 al poder.

Yoon –el primer presidente de Corea del Sur en ser detenido– se enfrenta a una acusación de conspirar junto al entonces ministro de Defensa, Kim Yong-hyun, para promover una insurrección a través de la imposición de la ley marcial y el despliegue de militares en el Parlamento de Seúl para impedir que la oposición tumbara el decreto. El pliego de cargos recogidos contra el mandatario por la agencia oficial de noticias del país, Yonhap, señala también al detenido por planear el arresto de figuras políticas clave como el máximo responsable de la Asamblea Nacional, Woo Won-shik, líderes de partidos rivales y funcionarios del organismo encargado del control electoral.

La defensa de Yoon alega que «la ley marcial es una competencia constitucional otorgada al presidente y nunca ha habido un caso en el que el ejercicio de los poderes de emergencia fuera castigado como traición».